abril 30, 2011

Escuela Sabatica. Leccion 6 Segundo Trimestre 2011, "El manto de Elías y Eliseo"

Lección 06: para Mayo 7

"
El manto de Elías y Eliseo"

Sábado 30 de Abril del 2011

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: 1 Reyes 19:1-19; 2 Samuel 10:3, 4; Ezequiel 16:15, 16; 1 Reyes 21:21-29; 2 Reyes 2:1-18.

PARA MEMORIZAR:

Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte” (2 Corintios 7:10)


POCOS PERSONAJES BÍBLICOS han tenido una vida más pintoresca que el profeta Elías: una historia de fe, de pruebas, y del abrumador poder de Dios en este mundo.

Hoy, en el judaísmo, todavía es un gran personaje. De hecho, en la tradición judía, él ha sido glorificado tal vez más que cualquier otro personaje bíblico.

Cada Pascua, por ejemplo, los judíos practicantes llenan una taza especial con vino y la ponen sobre la mesa pascual. Durante la fiesta misma, se abre la puerta de la casa, y todos se ponen de pie para permitir, simbólicamente, que Elías el profeta entre y beba. En ocasión de una circuncisión, una silla, “la silla de Elías”, es puesta aparte como parte de la ceremonia. También, al terminar el sábado, los judíos cantan acerca de Elías, esperando que venga “rápidamente... junto con el Mesías, el hijo de David, para redimirnos”.

Un ejemplo de su importancia en el pensamiento judío se encuentra en el Evangelio, cuando Pedro dice que algunos pensaban que Jesús mismo era Elías (Mateo 16:14).

Ahora consideraremos a Elías y el manto que usaba, y veremos qué lecciones espirituales podemos obtener de ellos.


Domingo 1º de mayo

UN SILBO APACIBLE”

La vida de Elías, registrada en 1 y 2 Reyes, incluye casos en que valientemente afrontó reyes y sus amenazas de muerte. Sin embargo, hubo una excepción notable: la ocasión cuando, asustado por las amenazas de una reina malvada, escapó por su vida.

En 1 Reyes 18, hizo descender fuego del cielo sobre el monte Carmelo, hizo matar a los profetas de Baal y advirtió a Acab de la lluvia que se aproximaba. El poder de Dios vino sobre él y, después de que se ciñó su manto con su cinturón, corrió delante de Acab los 36 km que distaba Jezreel.

En el capítulo siguiente, sin embargo, el mismo hombre de Dios aparece en otra posición.

Lee 1 Reyes 19:1 al 4. ¿Qué lecciones podemos obtener de este pasaje con respecto a que, no importa cuál haya sido nuestra relación con Dios antes, no importa cuán grandes triunfos de fe hayamos experimentado, ninguno de nosotros es inmune a tener bajones espirituales?

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Sin embargo, Dios no había terminado con Elías, ni siquiera después de su oración más bien desesperada y algo patética. Todavía le dio sólidas evidencias de su amor por él y de su interés en su vida.

Lee 1 Reyes 19:5 al 19. ¿Cuál es el significado de que Elías haya envuelto su rostro en el manto?

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Es fascinante el hecho de que, aunque Elías sintió un fuerte viento, un terremoto y un fuego, ninguna de esas cosas le hizo cubrirse el rostro con el manto. Fue solo la presencia de Dios, en “el silbo apacible y delicado”, lo que motivó esa reacción: una respuesta de temor, respeto y protección propia.

Lo que Elías necesitaba aprender era que, por poderosas y activas que fueran esas fuerzas, en sí mismas no retrataban un cuadro real del Espíritu de Dios. Elías oyó la voz de Dios en una tranquila y sutil forma que le dijo lo que debía hacer, y él obedeció a esa voz.


¿Cómo podemos aprender a reconocer la voz de Dios, que nos habla? Más importante todavía es la siguiente pregunta: ¿Obe­deces lo que escuchas o apagas ese “silbo apacible y delicado” que te habla al alma? ¿Qué te dice tu respuesta de ti mismo?


Lunes 2 de mayo

EL CAMBIO DE VESTIDURAS

Después de la magnífica demostración del poder de Dios en el monte Carmelo, Elías se quejó de que era el único que quedaba de los que amaban al Señor. Parece como si Dios hubiese ignorado el gemido de Elías; pero, cuando terminó su presentación, Dios le dio instrucciones: debía ungir a dos reyes y a Eliseo.

Siguiendo las indicaciones de Dios para encontrar un sucesor, Elías se fue a la granja de Safat, el padre de Eliseo, y encontró a Eliseo arando con bueyes. Tal vez Elías saludó con la mano para llamar la atención de Eliseo, y Eliseo detuvo su trabajo y esperó a escuchar el mensaje de Elías.

Lee 1 Reyes 19:19. ¿Cómo fue el llamado de Eliseo en el campo?

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No se nos dan las palabras exactas de Elías, o la respuesta de Eliseo al llamado de Elías, pero sabemos que respondió positivamente. Elías ahora arrojó su manto, un símbolo de sus responsabilidades como siervo de Dios, sobre los hombros de Eliseo (ver Núm. 20:28). El simbolismo es bastante obvio. Eliseo recibía, ahora, un llamamiento sagrado.

En otros incidentes de la Biblia, no siempre se usó un manto como una indicación de la invitación de Dios a servirlo. ¿Cómo se usa la idea de un “manto” en los siguientes versículos?: Job 1:20; Salmo 109:29; Judas 22, 23; 2 Samuel 10:3, 4; Ezequiel 16:15, 16.

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El manto de Elías, aquí, significaba devoción, compromiso y dedicación. “Cuando Elías, divinamente dirigido en la búsqueda de un sucesor, pasó al lado del campo en el cual Eliseo estaba arando, echó sobre los hombros del joven el manto de la consagración. Durante el hambre, la familia de Safat se había familiarizado con la obra y la misión de Elías; y ahora el Espíritu de Dios impresionó el corazón de Eliseo acerca de lo que significaba el acto del profeta. Era, para él, la señal de que Dios lo llamaba a ser sucesor de Elías” (Profetas y reyes, p. 164).


Piensa acerca de que un solo objeto puede tener connotaciones buenas y malas, dependiendo de cómo se use. ¿Qué estás hacien­do con las cosas que hay en tu propia vida? ¿Qué clase de signifi­cado les estás dando, por tus acciones? ¿Qué llegan a simbolizar para ti, y por qué?


Martes 3 de mayo

VESTIR UN SACO DE CILICIO

En la narración de Elías, las vestiduras también afectaron a otros personajes.

Acab, el rey de Israel, deseaba comprar una viña que estaba junto a su palacio. Pertenecía a Nabot, un jezreelita, quien se rehusó a venderla. Jezabel oyó de ello, se enfureció y, astutamente, tramó un complot para hacer desaparecer a Nabot. Después de la muerte de Nabot, Acab tomó posesión de la viña, sin saber que Elías había sido instruido para encontrarse con él allí.

Y le hablarás diciendo: Así ha dicho Jehová: ¿No mataste, y también has despojado? Y volverás a hablarle, diciendo: Así ha dicho Jehová: en el mismo lugar donde lamieron los perros la sangre de Nabot, los perros lamerán también tu sangre, tu misma sangre” (1 Reyes 21:19).

La misión de Elías de enfrentar a Acab sobre varios problemas serios debería haberle producido una buena cantidad de estrés, pero él pareció fuerte y dispuesto, por lo menos allí, a seguir las instrucciones de su Señor aun cuando él sabía que su vida podía estar en peligro. Ahora debía comunicar Acab las denuncias que Dios había pronunciado sobre él además de aquella acerca de que los perros lamerían su sangre.

Lee 1 Reyes 21:21 al 29. ¿Cómo entendemos la respuesta de Acab, especialmente a la luz de lo que dicen esos versículos acerca de la clase de hombre que era él?

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Cuando Acab oyó estas palabras, se presentó a Dios de una manera sumamente humilde (1 Reyes 21:27), que incluyó rasgar sus vestidos, poner cilicio sobre su cuerpo, y aun rehusó comer. El resto del capítulo implica que su arrepentimiento y humillación debieron haber sido genuinos. El rasgar las vestiduras, una acción común en ese tiempo, representaba horror y tristeza, lo que reveló que realmente aceptaba la verdad que Elías le había dicho. Cuán profundo y cuán duradero fue ese arrepentimiento, el texto no lo dice; lo que dice es que rasgar la ropa revelaba la sinceridad de su corazón en ese momento.


La tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte” (2 Corintios 7:10). Lee el contexto inme­diato de ese versículo. ¿Qué está enseñando Pablo, y cómo podemos aplicar esta advertencia a nuestras propias vidas?


Miércoles 4 de mayo

LA ASCENSIÓN DE ELÍAS

Sea lo que fuere lo que se pueda decir de Elías, ciertamente tuvo años dramáticos e interesantes en su vida (aunque, sin duda, ahora estará más contento). Segundo de Reyes 1 cuenta una historia fascinante que conduce a otra aún más fascinante en el capítulo siguiente. Se podría decir que Eliseo salió con una llamarada de gloria.

Lee 2 Reyes 2:1 al 18, y responde las siguientes preguntas:

1. ¿Qué razones podría haber usado Eliseo para rehusar separarse de Elías, a pesar de los tres pedidos del profeta de que hiciera precisamente eso?

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2. ¿Por qué Eliseo rasgó su vestido en dos partes? ¿Era por duelo, o por alguna otra causa? Si es así, ¿cuál habrá sido esa razón?

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Sin duda, la respuesta de Eliseo era de enorme excitación y gratitud. Sí, él vio el carro y los caballos. Sí, él tendría una doble porción del poder de Elías. Aunque generalmente rasgarse las vestiduras significaba duelo, esta vez Eliseo pudo haber estado tan abrumado que rompió sus vestidos por gratitud. Tenía en sus manos el manto de Elías. Rasgar su ropa también pudo haber sido un símbolo de echar fuera todo lo propio, y ponerse las vestiduras de Elías.

Cuando Elías puso su manto al principio sobre el agricultor Eliseo, ambos sabían que ese acto simbolizaba un llamado a trabajar para Dios (aunque Eliseo debió haberlo devuelto a Elías en algún momento). Eliseo, ahora, tenía esta prenda especial en su posesión, lo que indicaba que él debía llevar adelante las responsabilidades del liderazgo como Elías lo había hecho.

Considera también el pedido de Eliseo a su mentor (¿qué pedido te recuerda esto?). Las palabras de Eliseo revelan algo de su carácter, mostrando que él era un sucesor digno de vestir el manto del gran profeta que estaba a punto de ser “sacado” de este mundo.


¿Qué cuadro más amplio de la existencia nos presenta esta historia? Es decir, ¿cuán a menudo tendemos a mantener ideas estrechas y materialistas del mundo, olvidando la reali­dad siempre presente del ámbito sobrenatural, que también existe en este mundo y que interactúa con nosotros?


Jueves 5 de mayo

EL MANTO DE ELISEO

Alzó luego el manto de Elías que se le había caído, y volvió, y se paró a la orilla del Jordán. Y tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas, y dijo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías? Y así que hubo golpeado del mismo modo las aguas, se apartaron a uno y a otro lado, y pasó Eliseo” (2 Reyes 2:13, 14). ¿Qué historia nos recuerda este incidente? ¿Qué simbolismo importante se ve allí?

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Lee 2 Reyes 2:15 al 18. Trata de ponerte en el lugar de estos profetas de Jericó. ¿Por qué habrán reaccionado como lo hicieron, tratando de encontrar a Elías, aun cuando sabían que había sido llevado?

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Es obvio, por los textos anteriores, que los profetas sabían que Elías sería llevado. El texto no dice si ellos mismos vieron el evento. Pero, esto realmente no importa, porque ellos sabían que el “Espíritu de Jehová” lo había llevado. Hacia dónde era otro tema. Por alguna razón, ellos creyeron que Elías todavía podría ser encontrado “en algún monte o en algún valle” (vers. 16). Tal vez no estaban preparados para la idea de que alguien pudiera ser arrebatado al cielo de ese modo, por lo que supusieron que Dios había hecho otra cosa con él. Y, aunque tenían la palabra de Eliseo de no molestarse en buscarlo, ellos insistieron. Tal vez, después de no hallarlo, se dieron cuenta de lo que había sucedido. No obstante, aun entonces podían dudar. Desde su perspectiva, tal vez Dios lo había dejado sobre un monte o un valle que no habían revisado.

Al fin, no importan las experiencias o los milagros que hayamos visto, todavía necesitamos ejercer fe, porque más temprano o más tarde entrará la duda y desafiará seriamente nuestra experiencia cristiana.


Piensa en alguna experiencia impactante que tuviste con Dios. Sin duda, en ese momento tu fe estaba fuerte. Sin em­bargo, con el tiempo, ¿qué sucedió, especialmente cuando la experiencia misma entró en la cámara del olvido? Así, ¿por qué es importante, para ti, hacer cosas diariamente que te ayuden a mantener fuerte tu fe?


Viernes 6 de mayo

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Lee “Set y Enoc”, Patriarcas y profetas, p. 76; “De Jezreel a Horeb”, “¿Qué haces aquí?”, “En el Espíritu y poder de Elías”, Profetas y reyes, pp. 114-141.

Elías, que había sido trasladado al cielo sin ver la muerte, representaba a aquellos que estarán viviendo en la tierra cuando venga Cristo por segunda vez, aquellos que serán ‘transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta’; cuando ‘esto mortal se vista de inmortalidad’, y ‘esto corruptible se vista de incorrupción’ (1 Corintios 15:51-53). Jesús estaba vestido por la luz del cielo, como aparecerá cuando venga ‘por segunda vez, sin relación con el pecado [...] para salvar’. Porque él vendrá ‘en la gloria de su Padre con los santos ángeles’ (Hebreos 9:28; Mar. 8:38)” (El Deseado de todas las gentes, p. 390).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. ¿Qué cosas prácticas podemos hacer para ayudarnos a escuchar “el silbo apacible”? ¿De qué manera hacemos cosas que lo dificultan, o lo hacen imposible? ¿Cómo el pecado voluntario nos hace “duros de oír”, por así decirlo?

  2. Cuando experimentas angustia y desánimo que casi son más de lo que puedes soportar, ¿cómo sabes que Dios está cerca y te está cuidando, como lo supo Elías?

  3. El manto de Elías simbolizaba el traspaso o la sucesión de su ministerio a Eliseo, lo que plantea la pregunta de la sucesión en la iglesia hoy. ¿Cómo actúa el proceso, y cómo podemos estar seguros de que las personas adecuadas “reciben el manto”, por usar una expresión de la vida de Elías?

  4. La tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte” (2 Corintios 7:10). En la clase, conversen sobre lo que significa este texto y qué debemos aprender de él acerca de lo que es el verdadero arrepentimiento, en oposición al arrepentimiento del que necesitamos arrepentirnos.

  5. En las lecciones de este trimestre sobre vestiduras y ropa, estamos tratando con muchos símbolos. ¿Qué son los símbolos, cómo se interpretan, qué significado les damos a ellos y qué nos dicen esos significados acerca de nosotros mismos?


abril 23, 2011

Escuela Sabatica. Leccion 5 Segundo Trimestre 2011, "Las vestimentas sacerdotales de la gracia"

Lección 05: para Abril 30

"Las vestimentas sacerdotales
de la gracia"


Sábado 23 de Abril del 2011

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Éxodo 32:1-6; Levítico 21:7-24; 22:1-8; Éxodo 28; Apocalipsis 21:12-24; Hebreos 4:14, 15.


PARA MEMORIZAR:

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquél que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9)


UNO DE LOS GRANDES TEMAS de la Reforma Protestante es lo que se ha llamado “el sacerdocio de todos los creyentes”, una idea derivada especialmente (pero no solamente) del texto para memorizar: que todos los cristianos actúan como “sacerdotes” ante Dios y que, porque tienen a Jesús, no necesitan mediadores terrenales entre ellos y el Señor (como en algunos sistemas religiosos). “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (1 Timoteo 2:5).

Después de la vida, la muerte, la resurrección y el ministerio sumosacerdotal de Jesús, el antiguo sistema hebreo que Dios había iniciado se había cumplido en Cristo. El sacerdocio levítico fue reemplazado por un nuevo orden establecido, en el que todos formamos parte del “real sacerdocio”.

Esta semana, al estudiar las vestimentas que usaban los sacerdotes del antiguo sistema, podemos aprender acerca de lo que significa ser “sacerdotes” en el nuevo.

Domingo 24 de abril

LA GRACIA DEL PACTO ANTIGUO

Jesús lo dijo de una manera sumamente clara: “A todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá” (Lucas 12:48). Este es un principio sólido que, como adventistas, con lo mucho que se nos ha dado, haríamos bien en tomar seriamente. Basta comparar las verdades que recibimos con algunas de las otras doctrinas que hay por allí (el tormento eterno en el infierno, el sábado cambiado al domingo, los 144.000 vírgenes judíos que predicarán el evangelio cuando la iglesia haya sido secretamente raptada durante el reinado del anticristo) para comprender todo lo que se nos ha confiado.

Este principio hace que el pecado de Aarón en relación con el becerro de oro fuera mucho más grave.

Lee Éxodo 32:1 al 6. ¿Qué excusa podría haber tenido Aarón para participar en esta flagrante apostasía?

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La apostasía misma era muy mala, pero que Aarón condescendiera en ella parece increíble. Piensa en todos los privilegios que tuvo Aarón. Estuvo con Moisés desde el mismo comienzo (Éxodo 4:27-30); fue el portavoz de Moisés ante Faraón (Éxodo 7:1); su vara se convirtió en serpiente, delante de Faraón (versículo 10); las aguas que se volvieron sangre mediante el golpe de su vara (versículo 20); y fue parte de un selecto grupo que pudo acercarse a Dios de manera muy especial (Éxodo 24:9, 10). En resumen, Aarón recibió muchos privilegios y, no obstante, cuando vino una prueba grande, falló miserablemente.

Sin embargo, Dios no solo le perdonó a Aarón su pecado, sino también le permitió vestir las vestiduras sagradas como el primer sumo sacerdote, un tipo del ministerio sumosacerdotal de Jesús mismo (Hebreos 8:1). Aunque Aarón fue culpable de un gran pecado, también recibió la gracia redentora de Dios, gracia tan grande que no solo lo perdonó sino también le permitió asumir un oficio sagrado que tiene que ver con la gracia, la misericordia y el perdón de Dios. Así, la vida de Aarón es un ejemplo especial de la misericordia y la redención disponibles para todos en Cristo.


¿Has fracasado alguna vez, aun miserablemente, al no vivir a la altura de lo que recibiste? ¿Cómo puedes obtener esperanza para ti mismo del ejemplo de Aarón, creyendo que no todo está perdido, aun a pesar de tus equivocaciones?


Lunes 25 de abril

EL SACERDOCIO

Harás llegar delante de ti a Aarón tu hermano, y a sus hijos consigo, de entre los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes; a Aarón y a Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar hijos de Aarón” (Éxodo 28:1).

El sacerdocio levítico se estableció durante la peregrinación de los hijos de Israel por el desierto (Éxodo 28) (ver un antecedente en Génesis 14:18) y había de durar más de mil quinientos años. Aunque el concepto de un sacerdocio para el Señor ya había existido por largo tiempo, el establecimiento del sacerdocio levítico proveyó una visión más clara de sus funciones.

Como ya vimos, a pesar de la enormidad de su pecado, Aarón fue escogido por Dios para ser el primer jefe del nuevo sacerdocio. Esto muestra que los sacerdotes necesitaban ser capaces de relacionarse con la gente a la que representaban ante Dios, porque eso era exactamente lo que estaban haciendo: actuar como representantes, mediadores entre la humanidad caída y un Dios santo. Aarón, como ser humano caído, podía relacionarse con los seres humanos caídos, a quienes debía representar. ¿Quién sería él para juzgar a otros en sus pecados no siendo él mismo inocente?

Al mismo tiempo, el sacerdocio era un honor sagrado, y los sacerdotes habían de representar la santidad y la pureza. Después de todo, ellos eran los que estaban delante de Dios en lugar de la gente. Ellos tenían que ser “santos”; de otro modo, ¿por qué habría un sacerdocio? Tenían que ser diferentes, no de una manera arbitraria, sino diferentes en un sentido sagrado, un sentido que –mientras reconocían su cercanía con los que representaban– los diferenciara claramente de las masas como un todo.

¿Cuáles eran algunos de los requisitos que se exigían de los sacerdotes, y qué crees que esos requisitos debían representar? Levítico 21:7-24; 22:1-8.

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Por difíciles que sean algunos de estos conceptos para nosotros hoy, la idea debería ser clara: el sacerdocio debía ser algo diferente, sagrado, especial. Los sacerdotes eran símbolos de Jesús, y su obra debía simbolizar, en sombras y en tipos, lo que Jesús haría en nuestro favor.

¿Deberíamos ser diferentes del mundo que nos rodea? Si es así, ¿por qué, y de qué maneras?


Martes 26 de abril

VESTIMENTAS SACERDOTALES

Las vestiduras que harán son estas: el pectoral, el efod, el manto, la túnica bordada, la mitra y el cinturón. Hagan, pues, las vestiduras sagradas para Aarón tu hermano, y para sus hijos, para que sean mis sacerdotes” (Éxodo 28:4).

Cuando uno estudia el modelo del Santuario terrenal, es claro que no quedaba nada librado al azar. Dios dio a los sacerdotes instrucciones explícitas sobre lo que debían hacer y sobre las vestiduras que debían usar. Todo fue hecho de acuerdo con instrucciones exactas.

Lee, en Éxodo 28, la descripción de las vestiduras que debían hacerse para Aarón, el sumo sacerdote, y para los sacerdotes en general. Sin enredarnos en detalles complejos, ¿qué lecciones espirituales podemos obtener de esto?

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El diseño de los mantos sacerdotales fue dado a conocer a Moisés en el monte. Se especificó cada artículo que debía vestir el sumo sacerdote, y la forma en que debía hacerse. Estas vestimentas eran consagradas a un propósito muy solemne. Con ellas, se representaba el carácter del gran antitipo, Jesucristo. Cubrían al sacerdote con gloria y belleza, y evidenciaban la dignidad de su cargo. Cuando estaba vestido con ellas, el sacerdote se presentaba como un representante de Israel, mostrando, por su vestimenta, la gloria que Israel debía revelar al mundo como el pueblo escogido de Dios” (Youth’s Instructor, 7 de junio de 1900).

Se ha escrito mucho acerca del significado y del simbolismo de cada color, y de cada tela y piedra, y de otros elementos. Juntos, representaban la perfección, la santidad, la belleza y la dignidad del “gran Antitipo”, Jesús, nuestro verdadero Sumo Sacerdote, que ministra en el Santuario en los cielos (Hebreos 8:1, 2).

Nota, también, la idea de que los sacerdotes llevaban diversas cosas (Éxodo 28:12, 29, 30, 38, 42). Esto es un tema vital en todo el plan de salvación, simbolizado por el sacerdocio y el Santuario: la idea de Jesús, nuestro Sustituto, que lleva sobre sí nuestros pecados y carga en sí el castigo por ellos. Todo esto estaba anticipado por los ritos del Santuario y la ropa de los sacerdotes, llenos de simbolismo que representaba el carácter y la obra de Jesús en nuestro favor.


Miércoles 27 de abril

EL PECTORAL DEL JUICIO

De todas las vestiduras que usaban los sacerdotes, el pectoral del juicio (Éxodo 28:15) era el más elaborado. Las otras vestiduras eran como un telón de fondo para esta parte de la vestimenta sacerdotal. Se usaron dos tercios del capítulo (Éxodo 28:15-30), para describir la construcción de este ornamento. Eso ya debería indicar cuán importante era para el ministerio de los sacerdotes.

Lee Éxodo 28:15 al 30. ¿Cuál es el significado de todas esas piedras preciosas? ¿Qué significa que el sacerdote debía llevar “los nombres de los hijos de Israel [...] sobre su corazón?” (versículo 29; ver también Apocalipsis 21:12-14).

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Vemos otra vez el tema del sacerdote como símbolo de Jesús. La palabra hebrea para “llevar” es común en el Antiguo Testamento para “llevar el pecado”, cosa que los sacerdotes hacían como parte de su ministerio (Levítico 10:17; Éxodo 28:38; Números 18:1, 22). Pero ahora indica que el sumo sacerdote “llevará” los nombres de Israel: el pueblo de Dios debe estar completamente dependiente de Dios, quien lo perdona, lo sostiene y le ofrece el poder para vivir la vida santa que él demanda de su pueblo (Filipenses 4:13).

Nota que el sacerdote debía llevar los nombres de la gente sobre su corazón. El texto menciona la ubicación: un símbolo común en la Biblia, que revela el amor y el tierno cuidado que Dios tiene por sus hijos.

Otro punto importante es que cada tribu tenía una joya diferente, con cualidades diferentes, lo que simbolizaba lo distintiva que era cada una de ellas (ver Génesis 49). Es una manera de destacar las diferencias distintivas, no solamente entre las doce tribus, ni entre los doce apóstoles (Apocalipsis 21:14), sino también en la iglesia como un todo, que está compuesta de diversas “piedras vivientes” (1 Pedro 2:5). No importa cuán diferentes seamos todos en personalidad, carácter y dones, estamos unidos en propósito, bajo la gracia y el señorío de nuestro gran Sumo Sacerdote, Jesús.


¿De qué maneras experimentaste el amor de Dios? ¿Cómo te ha mostrado que te tiene cerca de su corazón? ¿Por qué es im­portante meditar en esas experiencias, y cómo puedes obte­ner fuerzas de ellas, también en tiempos de pruebas?


Jueves 28 de abril

JESÚS, NUESTRO SUMO SACERDOTE

Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” (Hebreos 4:14, 15). ¿Qué esperanza y promesa encuentras aquí que puedes aplicar en tu propia vida y en tus luchas con la tentación?

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Siendo que Cristo reside hoy como nuestro Sacerdote en el Santuario celestial, en un sentido él viste el pectoral sobre su corazón. Y, siendo que él está “viviendo siempre para interceder” (Hebreos 7:25) por nosotros, deberíamos encontrar consuelo al saber que nuestro Sumo Sacerdote se emociona con nuestros problemas, dolores y tentaciones. Al igual que Aarón, Jesús ha sido un ser humano que conoció las pruebas y las tentaciones de la humanidad; a diferencia de Aarón, Jesús fue “sin pecado”, y por ello podemos reclamar dos promesas maravillosas: 1) el manto de su justicia puede ser nuestro por fe, y así sabemos que somos perfectos ante Dios; y 2) podemos tener el poder para vencer las tentaciones así como Jesús lo hizo.

Lee Hebreos 8:10 al 13. ¿Qué promesas hay aquí para nosotros, y cómo esas promesas afectan nuestras vidas?

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Vemos ambos aspectos de la salvación en Cristo y el hecho de estar cubiertos por su justicia. Cuán maravillosa es la promesa de que dice: “[...] nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades” (versículo 12). Está hablando acerca de quienes, por la fe, se han entregado a Jesús y han reclamado sus promesas del Nuevo Pacto, quienes tienen sus leyes escritas en sus corazones y las obedecen, no para alcanzar la salvación sino porque ya la tienen. Vestidos con el manto de su justicia, viven ahora la justicia en sus propias vidas. Ese es el corazón y el alma del Nuevo Pacto.




Viernes 29 de abril

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Lee “El tabernáculo y sus servicios”, Patriarcas y profetas, pp. 358-360; “Un mensaje a la iglesia moderna”, Palabras de vida del gran Maestro, pp. 230, 231; “Destruido por falta de conocimiento”, Profetas y reyes, p. 219; “El santuario”, Primeros escritos, pp. 250-253; “El templo de Dios”, “La liberación del pueblo de Dios”, El conflicto de los siglos, pp. 468, 469, 704.

Cristo es el Ministro del verdadero Tabernáculo, el Sumo Sacerdote de todos los que creen en él como un Salvador personal; y ningún otro puede tomar su oficio. Es el Sumo Sacerdote de la iglesia” (A fin de conocerle, p. 76).

Deberíamos ejercitar diariamente la fe; y esa fe debería crecer diariamente al ser ejercitada, al darnos cuenta de que no solo nos ha redimido, sino también nos ha amado, y lavado de nuestros pecados en su propia sangre, y nos ha hecho reyes y sacerdotes para Dios y el Padre” (Sons and Daughters of God, p, 287).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. Lee Apocalipsis 1:5 y 6, donde Jesús nos presenta una descripción de su tarea y luego nos brinda lo que podríamos llamar “una promesa ansiosamente esperada”. Analiza qué quiere decir el versículo 6, donde se menciona que nos ha hecho “reyes y sacerdotes” a fin de servirlo a él para siempre.

  2. Repasa algunas de las otras vestiduras usadas por los sacerdotes, como se muestra en Éxodo 28. ¿Qué lecciones y verdades espirituales pueden encontrarse también allí?

  3. Se nos ha advertido acerca del peligro de pretender ponernos el manto de justicia pero no vivir realmente una vida justa. Conversen acerca de maneras en que pueden evaluar sus propios motivos y acciones. ¿Cómo podemos saber si realmente estamos vistiendo su manto de justicia o si apenas nos engañamos a nosotros mismos? ¿Cuáles son algunas formas de saber si estamos cubiertos o si realmente estamos andando por allí en la vergüenza de nuestra desnudez?

  4. Analiza algo más la idea de la sección del domingo acerca de la gracia y el perdón extendidos a Aarón. Este hombre, al que se le había dado una muy elevada responsabilidad, no vivió a la altura de ella y, como resultado, siguió una tragedia. No obstante, Aarón oportunamente recibió una responsabilidad aún mayor. ¿Hay alguna enseñanza que podamos obtener de este incidente para nosotros mismos, como iglesia, cuando una persona con grandes responsabilidades también falla en vivir a la altura de ellas? Analiza el tema.


abril 09, 2011

Escuela Sabatica. Leccion 3, Segundo Trimestre 2011, "Vestidos de inocencia"

Lección 03: para Abril 16

"Vestidos de inocencia"


Sábado 09 de Abril del 2011

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: 2 Timoteo 3:16, 17; Lucas 21:38; Génesis 2:15-17; 2:20-25; 3:6-11, 21.


PARA MEMORIZAR:

Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (Génesis 1:27)



COMO HEMOS ESTUDIADO, LA CAÍDA DE LUCIFER no se limitó al cielo. Trajo sus engaños y sus tretas también a la tierra. Lo que también asombra es con cuánto éxito ha pervertido las verdades más obvias de la Palabra de Dios y ha hecho creer a millones lo opuesto a esas verdades.

Por ejemplo, el Génesis es muy claro: los seres humanos comenzaron en la cima de la “cadena de la alimentación” de la tierra. Fueron creados, desde el principio, a la “imagen de Dios”. Esta imagen no es algo que evolucionó durante miles de millones de años por procesos naturales. El evolucionismo enseña lo opuesto: que los humanos comenzaron a un nivel bajo (como microbios) y, finalmente, por medio del proceso brutal de la violencia y la muerte, treparon con las uñas hasta subir al tope de la cadena de la alimentación. Las Escrituras, en contraste, enseñan que los seres humanos comenzaron en la cima, siendo imagen de Dios, y por causa del pecado viven una caída constante.

Esta semana, con algunas imágenes de vestiduras que aparecen en el Génesis, consideraremos cómo comenzó ese descenso y cuál es la única solución para ello.


Domingo 10 de abril

LOS PRIMEROS DÍAS

Repasa los dos primeros capítulos del Génesis. Imagínate cómo debió de haber parecido esta tierra, recién salida de las manos del Creador, sin manchas de pecado. ¿De qué manera nuestro mundo de hoy difiere de aquel?

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Adán y Eva fueron puestos en un ambiente que sobrepasa nuestra imaginación más atrevida: un hermosísimo hogar, en un precioso jardín, con animales y otras criaturas como amigos leales. Se gozaban en las escenas espectaculares, las flores fragantes, las aves y los animales, y con el amor de Dios y del uno por el otro. No querían ni necesitaban ninguna otra cosa, y cuidaban del jardín como Dios les había indicado. Adán y Eva seguramente esperaban las visitas de su Dueño mientras paseaban juntos por el jardín, y activamente se comunicaban con él. Sabían que él los amaba y, a su vez, el amor de ellos por Dios aumentaba cada día.

La conexión de Adán y de Eva con su Hacedor se desarrollaba y crecía con esos esperados contactos diarios, en un mundo que no conocía el pecado ni la decadencia y la devastación que el pecado trajo consigo. ¿Cómo podríamos tener una relación similar con nuestro Creador, ahora, en un mundo corrompido por largo tiempo por el pecado? Ver 2 Timoteo 3:16, 17; Lucas 21:36; Mateo 6:25-34; Juan 17:3.

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Adán y Eva tenían comunión cara a cara con Dios, un privilegio que no tenemos ahora. Sin embargo, tenemos el privilegio de vivir en constante conexión con el mismo Dios de Adán y de Eva. Claro, el pecado estorba el camino, pero, por medio de Jesús, quien conectó el Cielo con la tierra con lazos que nunca se quebrarán, se ha preparado un camino para que vivamos tan cercana e íntimamente con nuestro Creador como es posible hacerlo ahora.


¿Cuán íntima y estrechamente caminas con Dios? Mientras piensas en tu respuesta, pregúntate: ¿Qué cosas hago que for­talecen esa intimidad, y qué cosas la destruyen? ¿Qué eleccio­nes tengo que hacer si quiero caminar más cerca del Señor?


Lunes 11 de abril

DESNUDOS, PERO NO AVERGONZADOS

Es muy difícil, para nosotros, imaginarnos plenamente la condición moral de Adán y de Eva en el Edén, ya que nuestro concepto del mundo, de la realidad, de todo, está filtrado, teñido y distorsionado por el pecado. Ellos no conocían el dolor, ni el sufrimiento, ni el engaño, ni la traición, ni la muerte, ni la pérdida, ni la vergüenza, especialmente la vergüenza sexual (que tal vez sea la más generalizada en un mundo tan compenetrado hoy con las consecuencias del pecado).

Lee Génesis 2:20 al 25. ¿Qué clase de relación de estrecha intimidad entre Adán y Eva se revela en estos textos?

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Como “una carne” (ver Génesis 2:24), Adán y Eva eran íntimos, entonces, no solo con Dios sino también el uno con el otro. El texto es muy claro, sin ambigüedades: estaban desnudos y no se avergonzaban (versículo 25). ¡Eso es pureza e inocencia!

La inmaculada pareja no llevaba vestiduras artificiales. Estaban rodeados de una envoltura de luz y gloria, como la que rodea a los ángeles. Mientras vivieron obedeciendo a Dios, este atavío de luz continuó revistiéndolos” (Patriarcas y profetas, p. 26).

No se nos dice exactamente cómo se veía esta luz, cómo actuaba, cuál era su propósito. Solo que, aun con ella, se consideraban “desnudos”. El hecho de que no se avergonzaran debió haber significado que esa cubierta de luz no ocultaba completamente su desnudez, pero en ese ambiente sin pecado no importaba, porque no existía la vergüenza.

En un sentido, el énfasis en la desnudez parece revelar la clase de cercanía física que gozaba la pareja sin pecado. Había una franqueza, una transparencia, una inocencia acerca de ellos y de todo lo que ellos hacían que permitía este estado de cosas. Vivían en completa honestidad, sinceridad y libertad el uno ante el otro, y ambos ante Dios. Era, después de todo, como Dios lo había ordenado. ¡Cuán bueno debió haber sido!


¿Cuánta transparencia y franqueza existe en tu propia vida? ¿O estás constantemente escondiendo cosas, tomando atajos morales, disfrazándote con vestiduras que no revelan lo que está sucediendo? (Ver Mateo 10:26.) Si sucede esto último, ¿qué aspectos de tu vida tienes que comenzar a cambiar?


Martes 12 de abril

LA PRUEBA

La lección de la semana pasada hablaba de una verdad vital: la libertad que Dios permite a todos los seres morales. Otra vez, sin esa libertad, podrían hacer obras “morales”, del mismo modo que la alarma de una casa que protege del crimen a la gente a veces hace algo “moral”; no obstante, ¿quién llamaría a la alarma misma algo “moral”? Del mismo modo, los seres que no pueden elegir nada, sino hacer lo recto, no son “morales” tampoco. Solo los seres libres pueden ser morales.

A Adán y a Eva, Dios les dio una prueba sencilla, para ver si –en su libertad– lo obedecerían. En un sentido, era un tiempo de prueba para estas criaturas libres. La libertad significa precisamente eso, libertad, y ellos tenían que demostrar que harían lo recto con la libertad que se les había dado.

Lee Génesis 2:15 al 17, la prueba que fue dada a Adán (y oportunamente, también a Eva). Piensa en el ambiente en el que se realizó esta prueba. ¿Por qué ese ambiente hacía que su transgresión fuera más extraordinaria?

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Lee Génesis 3:1 al 4. Considera cuidadosamente lo que Satanás le dijo a Eva. ¿Qué verdad desafortunada mezcló con todas sus mentiras?

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Es interesante notar que el árbol era “del bien y del mal”. Dios, obviamente, no quería quitar de Adán y Eva lo bueno. De hecho, todo el mundo que Dios había creado, incluyéndolos a ellos, era bueno y, más aún, “bueno en gran manera” (Génesis 1:31). Dios quería evitarles el conocimiento del mal.

Esto no es difícil de comprender, ¿verdad? Aun en nuestro mundo caído, ¿qué padre no quiere proteger a sus hijos del conocimiento del mal? Cuánto más, entonces, Dios quiso proteger a Adán y a Eva del mal, del conocimiento de aquello que les haría perder sus vestiduras de luz, y conocer la vergüenza, el sufrimiento y la muerte.


El mal no siempre viene con manifestaciones vociferantes, que son muy fáciles de ver, de detectar y, a menudo, de evitar (des­pués de todo, ¿cuántas personas hay que son asesinos seriales o algo similar?) Sin embargo, hay manifestaciones muy sutiles del mal. ¿Cuáles podrían ser estas? ¿Cómo podemos aprender a identificar estas formas del mal, y luego protegernos de ellas?


Miércoles 13 de abril

NUEVAS VESTIDURAS

Como todos sabemos demasiado bien, Adán y Eva fracasaron en la prueba, aun una prueba sencilla como esa. Llamar trágicos a los resultados es, por supuesto, exageradamente modesto en la historia humana. Trágico difícilmente transmite los horribles resultados de la desobediencia de nuestros padres.

Lee Génesis 3:6 al 11. ¿Qué fue lo primero que les ocurrió a Adán y a Eva después de que cayeron (que era exactamente lo que Satanás, en el versículo 5, había dicho que sucedería), y qué significa eso? ¿Cuáles fueron los resultados de sus transgresiones?

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Se abrieron sus ojos, así como Satanás dijo que sucedería, solo que ahora veían el mundo y la realidad en forma diferente de lo que los habían visto antes. En todos estos versículos, el tema de la desnudez reaparece. Es el hilo conductor de la sección. Su caída de la inocencia, su transgresión, y su nueva relación con Dios y del uno para con el otro, todo se expresó en el tema de que sabían que estaban desnudos.

Nota, también, la pregunta que les hizo Dios: “¿Quién te enseñó que estabas desnudo?” (versículo 11). Implicaba que, en su inocencia, nunca se dieron cuenta de su desnudez; que solo les parecía la forma natural de ser, de modo que ni pensaron en ello. Sin embargo, ahora, no solo pensaron en ello, sino también quedaron dominados por la vergüenza que eso les trajo.

¿Cuál es el significado de la respuesta de Adán y de Eva a su desnudez?

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Imagínate a Adán y a Eva escondiéndose detrás de unos arbustos, mirándose con la boca abierta e intentando cubrirse ante el Señor. Examinando las posibilidades que tenían para cubrirse, debieron de haber decidido que las hojas de higuera eran las mejores. De este modo, aquí tenemos la primera lección de salvación por las obras, según la cual los seres humanos intentan resolver el problema del pecado con sus propias obras y actos. Tan patéticos como fueron sus intentos son los nuestros hoy en día.


Jueves 14 de abril

PIELES DE ANIMALES

Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió” (Génesis 3:21).

Ya vimos la respuesta de Adán y de Eva a su pecado; hoy veremos la de Dios. En un sentido, aquí está el evangelio prefigurado.

Primero, la cubierta de hojas de higuera de Adán y Eva no era adecuada. Si lo hubiera sido, no habría sido necesario matar animales inocentes para vestir a la pareja caída. Del mismo modo, tanto nuestros esfuerzos para guardar bien la ley de Dios como para ser salvos son inadecuados. Si trabajar para nuestra salvación fuera adecuado, entonces Cristo no hubiera tenido que morir. Así como las hojas de higuera hubieran sido más baratas y menos traumáticas que la muerte de animales inocentes, también nuestras obras habrían sido más baratas que la muerte de Jesús. Nuestras obras, o las hojas de higuera, no son suficientes; por eso animales inocentes tuvieron que morir; por eso Jesús tuvo que morir por nosotros. No podía ser de otra manera. (Gálatas 3:21; Romanos 3:21-28.)

Segundo, ¿cuál es la diferencia entre hojas de higuera y pieles de animales? ¿Qué tienen los animales que no tienen las hojas? Por supuesto, la sangre. Eso nos dice cómo aparece el evangelio en Génesis 3:21 (ver Levítico 17:11; Apocalipsis 12:11; 1 Pedro 1:18, 19; Hebreos 9:22).

Tercero, tal vez la parte más notable del texto sea la última, en la que se dice que “los vistió” (Génesis 3:21). El hebreo es claro: Dios puso las pieles de animales sobre Adán y Eva. Fue un acto de Dios lo que cubrió la vergüenza de su desnudez. La consecuencia inmediata de su pecado fue la desnudez; pero Dios mismo resuelve el problema vistiéndolos, con una ropa hecha de animales inocentes que fueron degollados. El texto dice solamente que los cubrió con “pieles”; no nos dice de qué clase. Tal vez no es muy difícil de adivinar, ¿verdad? (Ver Génesis 22:8; Juan 1:36; 3:16.)

Así, desde el mismo principio, Dios reveló el plan de la salvación. Nunca deberíamos olvidar que, por horrible que haya sido el pecado de Adán y de Eva, la gracia de Dios para salvarlos de él fue mayor.


Medita en la promesa de la salvación por la fe en Jesús, y en la promesa de que nuestra salvación se encuentra en lo que él hizo por nosotros, y no en lo que alguna vez podamos hacer. ¿Cómo podemos aprender a hacer de la promesa del evangelio, de la justicia de Dios como nuestro manto, el centro y el funda­mento de nuestra vida y de nuestro caminar con Dios?


Viernes 15 de abril

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Lee “La creación”, “La tentación y la caída”, y “El plan de redención”, Patriarcas y profetas, pp. 24-57.

La ropa blanca de la inocencia era llevada por nuestros primeros padres cuando fueron colocados por Dios en el santo Edén. [...] El hombre no puede idear nada que pueda ocupar el lugar de su perdido manto de inocencia. [...] Únicamente el manto que Cristo mismo ha provisto puede hacernos dignos de aparecer ante la presencia de Dios. Cristo colocará este manto, esta ropa de su propia justicia, sobre cada alma arrepentida y creyente. [...] Este manto, tejido en el telar del cielo, no tiene un solo hilo de invención humana. Cristo, en su humanidad, desarrolló un carácter perfecto, y ofrece impartirnos a nosotros este carácter” (¡Maranata, el Señor viene!, p. 76).

El Señor Jesucristo ha preparado una vestidura, el manto de su propia justicia, que él pondrá sobre toda alma arrepentida y creyente que por fe quiera recibirla. [...] Entonces, cuando el Señor mire al pecador creyente, él verá, no la vestidura de hojas de higuera sobre él, sino su propio manto de justicia” (Adventist Review & Sabbath Herald, 15 de noviembre de 1898).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. Lee Génesis 3:6. ¿Cuáles fueron las avenidas del alma de Eva que el diablo aprovechó al querer hacerla caer? ¿De qué modo las mismas cosas lo ayudan a él hoy?

  2. Medita más en la centralidad del tema de la desnudez en la narración del Edén. ¿Qué otro elemento podemos obtener, de esta idea, que podría ayudarnos a entender lo que estaba pasando allí?

  3. Lee las dos citas en la sección del viernes. ¿De qué modo la maravillosa verdad del evangelio se revela en esas palabras?

  4. Considera Hebreos 5:14. “Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal”. Medita más en el tema del mal. ¿Qué queremos decir con el término “mal”? ¿Es algo absoluto y que no cambia? ¿O el mal es un término relativo, por el cual algunas culturas consideran malo lo que otras culturas consideran bueno? ¿Cuánto influye la cultura misma sobre nuestro concepto de lo que es malo o lo que no lo es? ¿Cómo podemos mirar más allá de nuestra cultura, y saber con seguridad qué es bueno y qué es malo? ¿Cómo debemos entender Isaías 5:20: “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!”