julio 30, 2011

Escuela Sabatica. Leccion 6 Tercer Trimestre 2011, "La Adoracion, El Canto y La Alabanza"

Lección 6: para Agosto 6

"La Adoración, El Canto y
La Alabanza
"

Sábado 31 de Junio del 2011

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: 1 Crónicas 16:8-36; Salmos 32:1-8; 51:1-6, 17; Filipenses 4:8; Apocalipsis 4:9-11; 5:9-13.

PARA MEMORIZAR:


Cantad a Jehová cántico nuevo; cantad a Jehová, toda la tierra” (Salmo 96:1).


LA VIDA DEL REY DAVID está en la Biblia por muchas razones: no solo porque una parte importante de la historia de Israel se centra alrededor de su vida y de su reinado; también podemos aprender muchas lecciones espirituales de él, tanto de sus obras buenas como de las malas.

Esta semana comenzaremos con algunos ejemplos de David y de su vida para entrar más en el tema de la adoración: qué significa, cómo deberíamos hacerla y lo que ella debe hacer por nosotros. Porque, en David, podemos ver muchos ejemplos de adoración, cantos y alabanzas. Estos elementos fueron una parte vital de su vida y de su experiencia con Dios.

Esto también debe suceder con nosotros, especialmente si recordamos que el mensaje del primer ángel es un llamado a la adoración. ¿Qué significa “adorar”? ¿Cómo lo hacemos? ¿Qué papel desempeña la música en la adoración? ¿Qué distingue la verdadera adoración de la falsa adoración?

Estos son temas que tocaremos este trimestre al prestar atención al llamado “Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. Porque él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano” (Salmo 95:6, 7).


Domingo 31 de julio

ENTRE SAÚL Y DAVID

Lee las siguientes vislumbres de la vida de David antes de llegar a ser rey: 1 Samuel 16:6-13; 17:45-47; 18:14; 24:10; 26:9; 30:6-8. ¿Qué nos indican acerca de David?

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Dios eligió a Saúl como el primer rey de Israel porque cumplía la descripción que el pueblo había pedido. Pero, cuando Dios eligió a David para ser el siguiente rey de Israel, le recordó a Samuel que Dios mira el corazón (1 Samuel 16:7).

David estaba lejos de ser perfecto. De hecho, alguno podría alegar que las caídas morales de David, más tarde, fueron mucho más serias que los pecados de Saúl. No obstante, Dios rechazó a Saúl pero perdonó aun los errores peores de David, permitiéndole seguir siendo rey. ¿Qué marcó la diferencia?

Lee Salmos 32:1 al 5 y 51:1 al 6. ¿Qué conceptos claves se encuentran en estos textos que son tan centrales para la fe?

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Dios está interesado en los corazones. No solamente lee los corazones –el centro del pensamiento, de las actitudes internas y de los motivos–, sino también puede tocar y cambiar los corazones que están abiertos a él. El corazón de David cedió a la convicción de pecado. Se arrepintió, y pacientemente aceptó las consecuencias de sus pecados. En contraste, cualesquiera que hayan sido las confesiones externas que hizo Saúl, era claro que su corazón no estaba entregado a Dios. “Sin embargo, habiendo el Señor encargado a Saúl la responsabilidad del reino, no lo abandonó ni lo dejó solo. Hizo que el Espíritu Santo se posara en Saúl para que le revelara su propia debilidad y su necesidad de la gracia divina; y, si Saúl se hubiera fiado de Dios, el Señor habría estado con él. Mientras la voluntad de Saúl fue dominada por la voluntad de Dios, mientras cedió a la disciplina de su Espíritu, Dios pudo coronar sus esfuerzos de éxito. Pero, cuando Saúl escogió obrar independientemente de Dios, el Señor no pudo ya ser su guía, y se vio obligado a hacerlo a un lado” (Patriarcas y profetas, p. 690).

Pregúntate de qué manera lo que sucede dentro de tu co­razón difiere de lo que la gente ve en ti desde afuera. ¿Qué te indica tu respuesta acerca de ti mismo?


Lunes 1º de agosto

UN CORAZÓN CONTRITO, UN ESPÍRITU QUEBRANTADO

Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios” (Salmo 51:17). Piensa en estas palabras en el contexto de la adoración. (En el antiguo Israel, la adoración se centraba en los sacrificios.) La palabra traducida como “contrito” viene de una raíz hebrea que significa “aplastado”. ¿Qué nos quiere decir Dios aquí? ¿Cómo se combina esto con la idea de que debería haber gozo en nuestra adoración? ¿Por qué estos dos conceptos que contrastan no son contradictorios?

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Como cristianos, sabemos que toda la humanidad está caída y es pecadora. Esta degradación nos incluye a cada uno de nosotros. Piensa en el contraste entre lo que podrías ser y lo que eres; entre la clase de pensamientos que tienes y los que deberías tener; entre lo que haces y lo que deberías hacer, entre lo que no haces y lo que deberías hacer. Como cristianos, al comparar las normas bíblicas de Jesús con nuestra verdadera naturaleza, nos sentimos devastados. Por eso, nuestro corazón está quebrantado, aplastado y contrito. Si alguien que profesa ser cristiano no ve esto, está ciego; lo más probable es que no tuvo una experiencia de conversión, o la perdió.

No obstante, el gozo viene de saber que, a pesar de nuestra condición caída, Dios nos amó tanto que Cristo vino y murió, ofreciéndose por nosotros, y que su vida y su carácter perfecto llegan a ser acreditados a nosotros por fe. Otra vez aparece el tema del “evangelio eterno” (Apocalipsis 14:6). Nuestra adoración no debe centrarse en nuestra propia pecaminosidad, sino en la asombrosa solución divina de ello: la cruz. Necesitamos ese corazón contrito y aplastado, pero siempre necesitamos enmarcar esa triste realidad en lo que Dios ha hecho por nosotros en Cristo. El darnos cuenta de cuán malos somos nos lleva al gozo, porque sabemos que, a pesar de nuestra condición, podemos tener vida eterna y, por causa de Jesús, Dios no contará nuestras transgresiones en contra de nosotros. Esta es una verdad que debe estar en el centro de toda experiencia de adoración, sea corporativa o privada.


Martes 2 de agosto

DAVID: UN CANTO DE ALABANZA Y ADORACIÓN

La comprensión que tenía David de Dios y de la salvación que él ofrece modeló no solo su propia vida, sino también su liderazgo espiritual y su influencia sobre la gente. Sus cantos y sus oraciones reflejan un profundo sentido de reverencia por el Dios que él amaba y conocía como amigo personal y Salvador.

De acuerdo con 1 Crónicas 16:7, David presentó a Asaf, su músico principal, un canto nuevo de gratitud y alabanza el día en que el Arca fue trasladada a Jerusalén. En este Salmo de alabanza, vemos dos aspectos importantes de la adoración: la revelación de Dios como digno de adoración y la respuesta apropiada del adorador. En este canto, David primero llama a los adoradores a participar activamente en la adoración.

Lee el canto entero en 1 Crónicas 16:8 al 36. Nota cuán a menudo las siguientes palabras y expresiones de acción se utilizan, especialmente en la primera parte del canto: dar gracias, cantar, invocar su nombre, buscar a Jehová, dar a conocer, hablar de, declarar, dar gloria a, proclamar, recordar y traer una ofrenda. David luego recitó algunas de las razones por las que Dios es digno de nuestra alabanza y adoración.

¿Cuáles fueron algunos de los eventos del pasado que el pueblo de Israel debía dar a conocer a otros? 1 Crónicas 16:8, 12, 16-22. ¿Qué actos especiales de Dios habían de recordar? Versículos 12, 15.

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El repaso que el salmista hace del Pacto ocupa cerca de un tercio de este himno de gratitud. ¿En qué manera se relaciona el Pacto con la adoración?

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El pacto que Dios hizo con Abraham, Isaac y Jacob se basaba en la capacidad que Dios tenía, como su gobernante, de hacer de ellos una gran nación, de bendecirlos y de llevarlos a la Tierra Prometida. La parte de ellos era amar, obedecer y adorar a Dios como su Padre y Dios. Por diferente que sea nuestro contexto hoy, se mantiene el mismo principio.

Medita en las formas en que David nos llama a adorar a Dios. En nuestro propio tiempo, lugar y contexto, ¿cómo pueden estas mismas ideas reflejarse en nuestra adoración corpora­tiva a Dios?


Miércoles 3 de agosto

EL CANTO DE DAVID

[...] Cuando alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios [...]” (Job 38:7).

En 2 Samuel 22, se registra un canto que David escribió en alabanza a Dios. (Repasa el canto y nota los elementos clave, y cómo están vinculados con la adoración.) El punto principal aquí, y también en muchas otras partes de la Biblia, es que este era un canto. Era música. En todas las Escrituras, encontramos la música como una parte integral de la adoración. De acuerdo con el texto copiado arriba, los ángeles cantaban en respuesta a la creación del mundo.

Lee Apocalipsis 4:9 al 11; 5:9 al 13; 7:10 al 12; y 14:1 al 3. ¿Qué nos indica esto acerca de algunas cosas que suceden en el ambiente sin pecado del cielo? ¿Cuáles son algunos de los temas expresados aquí, y qué podemos aprender de ellos acerca de la adoración?

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En el centro del tema de los cantos, las alabanzas y la adoración, está Jesús como Creador y como Redentor. Si se canta eso en el cielo, ¡cuánto más deberíamos hacerlo aquí en la Tierra!

No hay dudas de que el canto, la música y la alabanza son partes de nuestra experiencia de adoración. Como criaturas hechas a imagen de Dios, compartimos un amor y un aprecio por la música, como lo hacen otros seres inteligentes. Es difícil imaginar una cultura que no use la música en una u otra forma, con un propósito u otro. El amor y el aprecio por la música están entretejidos en la trama de la existencia humana; Dios seguramente nos hizo de ese modo.

Hay poder en la música para tocarnos y movernos, que otras formas de comunicación no parecen tener. En su forma más pura y fina, la música parece elevarnos a la misma presencia de Dios. ¿Quién no ha experimentado, en algún momento, el poder de la música para acercarnos a nuestro Hacedor?


¿Cuál ha sido tu propia experiencia espiritual con el poder de la música? ¿Qué clase de música escuchas, y cómo impacta en tu relación con Dios?


Jueves 4 de agosto

CANTAD A JEHOVÁ UN CÁNTICO NUEVO”

Aunque tenemos acceso a algunos de los temas y las letras de los cantos divinamente inspirados, no tenemos nada de la música misma. Por eso, usando los dones dados por Dios (aquellos que tenemos esos dones), escribimos nuestra propia música o nuestras propias letras. Pero, no hacemos esto en un vacío. Adoramos en relación con la cultura en la que vivimos, que influye sobre nuestra música. Esto puede ser bueno o malo. Lo difícil es saber la diferencia.

Lee los textos que siguen. ¿Cómo pueden brindarnos principios que deberían guiarnos en la clase de música que usamos en nuestra adoración? 1 Corintios 10:31; Filipenses 4:8; Colosenses 1:18.

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Con los años, han surgido problemas en nuestra iglesia con respecto al tema de la música y a los tipos de música en la adoración. A veces, parece que la música de los himnos tiene un estado casi sagrado; otras veces, es difícil ver la diferencia entre lo que se toca en la iglesia y la música secular.

Lo importante es que la música de la adoración nos señale a lo más noble y lo mejor, que es Dios. Debería apelar, no a los sentimientos más bajos de nuestro ser, sino a los más elevados. La música no es moralmente neutral: puede movernos a experiencias espirituales exaltadas o puede ser usada por el enemigo para hacer surgir la pasión, la lujuria, la desesperanza o la ira. Si observamos lo que la industria musical produce hoy, vemos ejemplos de cómo Satanás ha pervertido otro de los maravillosos dones de Dios para la humanidad.

La música en nuestros cultos de adoración debe tener un equilibrio entre los elementos espirituales, intelectuales y emocionales. La letra, como la música misma, debería elevar nuestros pensamientos, y hacernos anhelar estar más cerca de Dios. Necesitamos que nuestra adoración musical nos lleve a los pies de la cruz, para darnos cuenta de lo que se nos ha dado en Cristo.

Las diversas culturas tienen diferentes gustos en música, y aun los instrumentos musicales varían en nuestra familia mundial. Lo que eleva y anima en una cultura podría sonar extraño a los de otra. Es muy importante que busquemos la dirección del Señor para tener la música apropiada en nuestros cultos de adoración.


Viernes 5 de agosto

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: “Sea hecho claro y manifiesto que no es posible mediante mérito de la criatura realizar cosa alguna en favor de nuestra posición delante de Dios. [...]. Si la fe y las obras pudieran comprar el don de la salvación, entonces el Creador estaría obligado ante la criatura. En este punto, la falsedad tiene una oportunidad de ser aceptada como verdad. Si algún hombre puede merecer la salvación por algo que pueda hacer, entonces está en la misma posición del católico que cumple penitencia por sus pecados. La salvación, en tal caso, es en cierto modo una obligación, que puede ganarse como un sueldo. Si el hombre no puede, por ninguna de sus buenas obras, merecer la salvación, entonces esta debe ser enteramente por gracia, recibida por el hombre como pecador porque acepta y cree en Jesús. [...] La justificación por la fe está más allá de controversias. Y toda esta controversia termina tan pronto como se establece el punto de que los méritos de las buenas obras del hombre caído nunca pueden procurarle la vida eterna” (Fe y obras, pp. 17, 18).

La música “es uno de los medios más eficaces para grabar en el corazón la verdad espiritual. Cuán a menudo recuerda la memoria alguna palabra de Dios al alma oprimida y a punto de desesperar, mediante el tema olvidado de algún canto de la infancia. Entonces, las tentaciones pierden su poder, la vida adquiere nuevo significado y nuevo propósito, y se imparte valor y alegría a otras almas. [...]

Como parte del servicio religioso, el canto no es menos importante que la oración. En realidad, más de un canto es una oración. [...]

Al conducirnos nuestro Redentor al umbral de lo infinito, inundado con la gloria de Dios, podremos comprender los temas de alabanza y acción de gracias del coro celestial que rodea el Trono y, al despertarse el eco del canto de los ángeles en nuestros hogares terrenales, los corazones serán acercados más a los cantores celestiales. La comunión con el Cielo empieza en la Tierra. Aquí aprendemos la clave de su alabanza” (La educación, p. 168).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. ¿De qué maneras tu cultura y tu sociedad impactan sobre la música en tu iglesia?

  2. Lee la cita anterior acerca de la música. ¿Qué clase de música es parte del culto de adoración de tu iglesia? ¿Cuáles son algunas maneras en que podemos evaluar la música en los cultos de la iglesia? ¿Cómo puede tu iglesia trabajar para asegurarse de que la música sea elevadora y cumpla con la tarea que debe realizar?