agosto 14, 2010

Escuela Sabatica. Leccion 8, Tercer Trimestre 2010, "El Hombre de Romanos 7"

Lección 08: para Agosto 21

"El Hombre de Romanos 7"

Sábado 14º de Agosto

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Romanos 7

PARA MEMORIZAR:

Pero, ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra” (Romanos 7:6).


ROMANOS 7 ha creado mucha controversia. “El significado de los ver­sículos 14 a 25 ha sido uno de los problemas más debatidos de toda la epístola. Las preguntas básicas han girado en torno a dos aspectos: hasta qué punto la descripción de una lucha moral tan intensa puede ser au­tobiográfica y, si así fue, si dichos versículos se refieren a la vida de Pablo antes o después de su conversión. Que Pablo está hablando de su propia lucha personal con el pecado resulta evidente por el significado obvio de sus palabras (comparar con los versículos 7-11; El camino a Cristo, p. 15; Joyas de los testimonios, tomo 1, p. 403). Pero también es igualmente cierto que está describiendo un conflicto que en forma más o menos pronunciada es experimentado por toda alma que se enfrenta a las demandas espirituales de la santa ley de Dios, y las recono­ce” (Comentario bíblico adventista, tomo 6, pp. 549, 550).

La experiencia de Pablo descrita en Romanos 7 ¿fue antes o des­pués de su conversión? Cualquiera que sea la posición que se tome, lo importante es que la justicia de Jesús nos cubre y por su justicia estamos perfectos ante Dios. Él promete santificarnos, darnos la victoria sobre el pecado y modelarnos a la “imagen de su Hijo” (Romanos 8:29).



Domingo 15 de agosto

¿SUJETOS A LA LEY?

Lee Romanos 7:1 al 6. ¿Qué ilustración usa Pablo aquí a fin de mostrar la relación de sus lectores con la ley, y qué punto destaca con esa ilustración?

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Esta ilustración es algo complicada, pero un análisis cuidadoso nos ayudará a seguir su razonamiento.

En el contexto de la carta, Pablo habla del sistema de adoración esta­blecido en el Sinaí; eso es lo que quiere decir con la palabra ley. Los judíos tenían dificultad en captar que este sistema, dado por Dios, terminaría con la venida del Mesías. Pablo se dirige a creyentes judíos que todavía no estaban listos para abandonar lo que había sido muy importante para ellos.

En esencia, la ilustración se refiere a una mujer casada con un hom­bre. La ley establece que, mientras él viva, ella debe estar unida a él. Mientras él viva, ella no puede unirse a otros hombres. Pero cuando él muere, ella queda libre de la ley que la sujetaba a él (vers. 3).

¿Cómo aplica Pablo la ilustración de la ley del matrimonio al siste­ma del judaísmo? Romanos 7:4, 5.

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Así como la muerte del esposo libera a la mujer de la ley de su espo­so, la muerte de la vieja vida en la carne, por medio de Jesús, libera a los judíos de la ley que pensaban guardar hasta que el Mesías cumpliera los símbolos.

Ahora los judíos estaban libres para “volverse a casar” con el Mesías resucitado y así producir frutos para Dios. Pablo usó esta ilustración para convencer a los judíos de que estaban libres para abandonar el antiguo sistema.

Dado todo lo que Pablo y la Biblia dicen acerca de la obediencia a los Diez Mandamientos, no tiene sentido afirmar que Pablo les decía a los creyentes judíos que los Diez Mandamientos ya no eran obligatorios. Los que usan estos textos para afirmar que la ley moral ha sido elimi­nada realmente no quieren afirmarlo; lo que realmente quieren decir es que solo ha desaparecido el sábado, no el resto de la ley. Decir que estos versículos enseñan que se ha abolido el sábado es darles un significado contrario a la intención de su autor.



Lunes 16 de agosto

LA LEY ¿ES PECADO?

Si Pablo habla del sistema legal del Sinaí, ¿qué diremos acerca de Romanos 7:7, que menciona uno de los Diez Mandamientos? ¿No refuta esto la posición de que Pablo no habla de la abolición de los Diez Man­damientos?

La respuesta es “no”. Recordemos que la palabra ley para Pablo es todo el sistema introducido en el Sinaí, que incluía la ley moral, pero no estaba limitado a ella. Por eso, Pablo podía citar la ley así, como cualquier otra sección del judaísmo, para fundamentar su postura. Pero, cuando el sistema desapareció con la muerte de Cristo, eso no incluyó la ley moral, que ya existía antes del Sinaí y todavía existe después del Calvario.

Lee Romanos 7:8 al 11. ¿Qué dice Pablo de la relación entre la ley y el pecado?

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Dios se reveló a los judíos, diciéndoles lo que estaba bien y lo que estaba mal en asuntos morales, civiles, ceremoniales y de salud. También explicó los castigos por la violación de estas leyes. Violar la voluntad re­velada de Dios se define como pecado.

Pablo explica que él no hubiera sabido que codiciar era pecado de no haber sido informado sobre eso por la “ley”. El pecado es violar la volun­tad revelada de Dios pero, si no se conoce esa voluntad, no hay conciencia de pecado. Cuando la persona conoce esa voluntad revelada, reconoce que es pecadora y está bajo la condenación y la muerte. En este sentido, la persona muere.

Pablo trata de guiar a los judíos –que reverenciaban la “ley”– para ver a Cristo como su cumplimiento. Muestra que la ley era necesaria, pero que su función era limitada. La ley tenía la intención de mostrar la nece­sidad de salvación, pero nunca de ser un medio para obtenerla.

El apóstol Pablo [...] presenta una importante verdad acerca de la obra que debe efectuarse en la conversión. Dice: ‘Yo sin la ley vivía en un tiempo –no sentía ninguna condenación–; pero venido el mandamiento –cuando la ley de Dios se manifestó con fuerza en su conciencia–, el pe­cado revivió y yo morí’. Entonces se consideró pecador, condenado por la ley divina. Obsérvese que fue Pablo el que murió, y no la ley” (“Comen­tarios de Elena de White”, Comentario bíblico adventista, tomo 6, p. 1076).


¿En qué sentido has “muerto” ante la ley? ¿Cómo, en ese contexto, comprendes que Jesús te da una nueva vida en él?



Martes 17 de agosto

LA SANTA LEY

Lee Romanos 7:12. ¿Cómo entiendes esto en el contexto de lo que Pablo ha estado analizando?

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Siendo que los judíos reverenciaban la ley, Pablo la exaltó. La ley es buena por lo que hace, pero no nos salva del pecado. Para eso necesitamos a Jesús, porque la ley –sea todo el sistema judío o la ley moral sola– no puede otorgar la salvación. Solo Jesús, y su justicia que nos es otorgada por fe, puede hacerlo.

¿A quién culpa Pablo por su condición de “muerte” y a qué exime? ¿Por qué es importante esta distinción? Romanos 7:13.

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En este versículo Pablo está presentando la “ley” en el mejor sentido posible. Le echa la culpa al pecado, no a la ley, por su condición peca­minosa; o sea, el pecado produjo “toda codicia” en él (versículo 8). La ley es buena, porque es la norma divina de conducta pero, como pecador, Pablo era condenado por ella.

¿Por qué el pecado tiene tanto éxito en mostrar a Pablo como un gran pecador? Romanos 7:14, 15.

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Por ser carnal, Pablo necesitaba a Jesucristo. Solamente Cristo podía quitar la condenación (Romanos 8:1) y liberarlo de la esclavitud del pecado.

Pablo se describe como “vendido al pecado”. Es un esclavo del peca­do. No tiene libertad, ni puede hacer lo que quiere. Trata de hacer lo que la buena ley le dice, pero el pecado no lo deja hacerlo.

Con esta ilustración, Pablo está mostrando a los judíos que necesita­ban al Mesías y que la victoria solo era posible bajo la gracia (Romanos 6:14). Esta misma idea es enfatizada en Romanos 7. Vivir bajo la “ley” significa esclavitud del pecado, un amo sin misericordia.

¿Cuál ha sido tu experiencia con el pecado que esclaviza? ¿Has tra­tado de jugar alguna vez con el pecado, pensando que podías contro­larlo como deseabas, solo para encontrarte bajo un amo perverso y sin misericordia? Así es, en realidad. ¿Por qué debes rendirte a Jesús y morir cada día al yo?


Miércoles 18 de agosto

EL HOMBRE DE ROMANOS 7

Lee Romanos 7:16 y 17. ¿Qué lucha se presenta en estos versícu­los?

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Usando la ley como un espejo, el Espíritu Santo convence a una per­sona de que ella desagrada a Dios al no cumplir los requerimientos de la ley. Por el esfuerzo de satisfacer esas demandas, el pecador muestra que acepta que la ley es buena.

¿Qué aspecto repite Pablo, que ya había presentado, para darle én­fasis? Romanos 7:18-20.

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Para impresionar a una persona con su necesidad de Cristo, el Espí­ritu Santo a menudo la conduce a una experiencia del “antiguo pacto”. Elena de White describe la experiencia de Israel de este modo: “Los is­raelitas no se dieron cuenta de la pecaminosidad de su propio corazón, ni que sin Cristo les era imposible guardar la ley de Dios; y con excesiva premura concertaron su pacto con Dios. Creyéndose capaces de ser jus­tos por sí mismos, declararon: ‘Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos’ (Éxodo 24:7). [...] Apenas unas pocas semanas des­pués, quebrantaron su pacto con Dios al postrarse a adorar una imagen fundida. No podían esperar el favor de Dios por medio de un pacto que ya habían roto; y ahora sintieron su pecaminosidad y su necesidad del Salvador revelado en el pacto de Abraham” (Patriarcas y profetas, pp. 388, 389).

Muchos cristianos, al no renovar su consagración a Cristo cada día, están, en efecto, sirviendo al pecado por más renuentes que estén de admitirlo. Racionalizan que están viviendo la experiencia normal de san­tificación y que aún tienen mucho camino que recorrer. Así, en lugar de llevar los pecados conocidos a Cristo, pidiéndole la victoria sobre ellos, se esconden detrás de Romanos 7 creyendo que es imposible hacer el bien. Sin embargo, este capítulo dice que es imposible hacer el bien cuando alguien está esclavizado por el pecado, pero que la victoria es posible en Jesucristo.


¿Estás teniendo las victorias que Cristo prometió sobre el yo y el pecado? Si no, ¿por qué? ¿Qué elecciones equivocadas estás haciendo tú, y solo tú?


Jueves 19 de agosto

LIBRADOS DE LA MUERTE

Lee Romanos 7:21 al 23. ¿Cómo experimentaste esta lucha en tu vida, aun como cristiano?

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Pablo iguala la ley en sus miembros (su cuerpo) con la ley del peca­do. “Con la carne”, dice, él servía “a la ley del pecado” (Romanos 7:25). Pero servir al pecado y obedecer su ley significa la muerte (ver los versículos 10, 11, 13). Por eso, su cuerpo –actuando en obediencia al pecado– podía descri­birse como “cuerpo de muerte”.

La ley de la mente es la ley de Dios, la revelación divina de su volun­tad. Bajo la convicción del Espíritu Santo, Pablo consentía con esta ley. Su mente resolvía guardarla, pero aun tratando de hacerlo, no podía, porque su cuerpo quería pecar. ¿No has sentido esta lucha? En tu mente sabes lo que quieres hacer, pero tu carne clama por otra cosa.

¿Cómo podemos ser rescatados de esta difícil situación en que nos encontramos? Romanos 7:24, 25.

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Algunos se han preguntado por qué, después de alcanzar el clímax en la expresión “Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro”, Pablo se refiere otra vez a las luchas de las que había sido librado. Algunos en­tienden que la expresión de gratitud es una exclamación entre paréntesis, que sigue naturalmente al grito: “¿Quién me librará?” Sostienen que antes de seguir con una amplia discusión de la liberación gloriosa (Romanos 8), Pablo resume lo dicho en los versículos precedentes y confiesa otra vez el conflicto que tiene contra el mal.

Otros sugieren que al decir “yo mismo”, Pablo quiere decir: “librado a mí mismo, dejando a Cristo fuera del cuadro”. Pero, cualquiera que sea la forma de entender estos versículos, un punto queda claro: dejados solos, sin Cristo, somos impotentes contra el pecado. Con Cristo tenemos vida nueva en él y, aunque el yo se levante, las promesas de victoria son nuestras si las pedimos. Así como ninguno puede respirar o toser por otro, ninguno puede escoger entregarse a Cristo por ti. Solo tú puedes hacer esa elección. No hay otro camino para alcanzar las victorias que se te prometen en Jesús.



Viernes 20 de agosto

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Lee “La perfecta ley” y “Un divino Por­tador de los pecados”, Mensajes selectos, tomo 1, pp. 248-252; 362-364; “La curación del alma” e “Importancia del verdadero conocimiento”, El mi­nisterio de curación, pp. 55-57; 357-359; y “Cristo redime”, Meditaciones matinales (1953), p. 333.

En la transgresión de la ley, no hay seguridad ni reposo ni justifica­ción. El hombre no puede esperar permanecer inocente delante de Dios y en paz con él mediante los méritos de Cristo mientras continúa en pecado” (Mensajes selectos, tomo 1, p. 250).

Pablo desea que sus hermanos comprendan que la gloria de un Sal­vador que perdona los pecados daba significado a todo el sistema judío. Deseaba también que comprendieran que cuando Cristo vino al mundo y murió como sacrificio en favor del hombre, el símbolo se encontró con la realidad simbolizada.

Después de que Cristo murió en la cruz como ofrenda por el pe­cado, la ley ceremonial ya no podía tener vigencia; sin embargo, estaba relacionada con la ley moral y era gloriosa. El conjunto llevaba el sello de la Deidad, y expresaba la santidad, la justicia y la rectitud de Dios. Y si fue glorioso el ministerio de la dispensación que iba a desaparecer, ¿cuán­to más debía ser gloriosa la realidad cuando Cristo fue revelado al dar su Espíritu vivificador y santificador a todos los que creen?” (“Comentarios de Elena de White”, Comentario bíblico adventista, tomo 6, p. 1095).



PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. ¿Quién crees que es el hombre de Romanos 7? Es Pablo ¿antes o después de su conversión? ¿O este capítulo habla de otra cosa? ¿Cómo justificas tu respuesta? En la clase, analicen las respuestas dadas.

  2. ¿Cómo explicas el hecho de que un cristiano bautizado, nacido de nuevo, luche con el pecado? ¿No debería vencer automáticamente todo? ¿O seguiremos pecando siempre? ¿O la respuesta es alguna situación intermedia?

  3. ¿Qué peligros potenciales podrían surgir de pensar que, como cris­tianos, siempre pecaremos, siempre violaremos la ley de Dios, no importa qué hagamos? Por otro lado, ¿qué peligros potenciales podrían surgir de pensar que, como cristianos, necesitamos sentir que hemos vencido todo lo malo en nuestras vidas, pues en caso contrario no seremos salvos?

  4. ¿Qué promesas podemos tomar de Romanos 7 que nos ayuden a entender lo que significa ser seguidores de Jesús?


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