mayo 28, 2011

La ropa nueva del hijo prodigo

Lección 09: para Junio 4

"La ropa nueva
del hijo prodigo"

Sábado 28 de Mayo del 2011

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Génesis 4:1-8; 25:25-34; Lucas 15:4-32; Juan 11:9, 10; Romanos 5:12-20.

PARA MEMORIZAR:

Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado” (Lucas 15:32)

SOMERSET MAUGHAM ESCRIBIÓ UN CUENTO corto llamado “Lluvia”, acerca de un misionero en los Mares del Sur que “convirtió” a una prostituta al evangelio. Se entregó de todo corazón para convertirla, aunque a veces sus métodos parecían severos y no perdonadores. Él insistía en que ella regresara a los Estados Unidos (de donde ella huía), para completar una sentencia en prisión, a pesar de las desesperadas súplicas de ella para evitar la tortura y la ignominia que la esperaban en la cárcel. El misionero insistía en que completar su período en prisión era una parte del proceso de arrepentimiento que ella necesitaba atravesar, y que por ello debía regresar.

La historia terminó inesperadamente. El misionero se mató; su cuerpo mutilado fue encontrado en la playa. ¿Qué había ocurrido? Aparentemente, después de tanto tiempo con la prostituta, cayó en pecado con ella e, incapaz de perdonarse, se suicidó.

Lo que esos personajes necesitaban era lo que todos necesitamos como pecadores: una experiencia personal de la gracia y la seguridad que Jesús reveló en la parábola del hijo pródigo.

Domingo 29 de mayo

LOS MISMOS PADRES, LA MISMA COMIDA

Un hombre tenía dos hijos” (Lucas 15:11). En esta parábola, los dos hijos, nacidos del mismo padre, representan dos rasgos de carácter. El hijo mayor, aparentemente, demostraba lealtad, perseverancia y laboriosidad. El menor, sin duda, no estaba dispuesto a trabajar, ni a rendir cuentas, ni a tomar parte en las responsabilidades. Ambos tenían la misma herencia. Ambos, probablemente, recibieron idénticos amor y dedicación del mismo padre. Un hijo parecía fiel; el otro, irrespetuoso. ¿Qué produjo la diferencia?

¿Qué otras historias te hace recordar esta parábola? Génesis 4:1-8; 25:25-34.

___________________________________________________________________

Es un fenómeno extraño, que se ve todo el tiempo: dos (o más) hermanos de los mismos padres, que vivieron en el mismo hogar, que recibieron las mismas enseñanzas, el mismo amor, y aun la misma alimentación, y uno llega a ser espiritual, fiel y decidido a servir a Dios, mientras que el otro, por la razón que fuere, va en la dirección opuesta. Por difícil que sea comprenderlo, nos muestra la poderosa realidad del libre albedrío. Alguno puede ver algo importante en el hecho de que fue el menor de los dos hermanos el que se rebeló, pero ¿quién sabe la razón de su rebelión?

Lee Lucas 15:12. ¿Qué lección podemos aprender de cómo reaccionó el padre al pedido del hijo? ¿Qué nos dice eso acerca de cómo se relaciona Dios con nosotros?

___________________________________________________________________

El texto no dice qué clase de diálogo hubo entre el padre y el hijo, o si el padre lo reconvino solicitándole que reconsiderara su pedido, que no fuera apresurado, pidiéndole que pensara lo que estaba por hacer. Lo más probable es que lo haya hecho; pero, al fin, le dio al hijo la parte de los bienes que le correspondía, y él se fue. A través de toda la Biblia, podemos ver este mismo principio: Dios permite que los seres humanos ejerzan la libertad de tomar sus propias decisiones, que sigan sus caminos, que vivan como desean. Por supuesto, como sabemos muy bien, nuestras elecciones producen consecuencias, consecuencias que no siempre podemos imaginar o prever.


¿Cuáles han sido los resultados de algunas de tus propias elecciones libres últimamente? No es fácil volver atrás el re­loj, ¿verdad?


Lunes 30 de mayo

EXTENDIÓ SUS ALAS

Imagínate al padre mientras veía a su arrogante hijo juntar las cosas, listo para dejar el hogar. Tal vez le preguntó al hijo hacia dónde se dirigía, cuáles eran sus sueños para el futuro. Quién sabe qué respuestas dio el hijo. Tal vez no fueron muy animadoras para el padre. El hijo, entretanto, probablemente pensaba en los buenos tiempos que lo esperaban.

Era joven, aventurero, tenía dinero y un mundo que ver. La vida en la chacra familiar probablemente parecía monótona en contraste con todo lo que el mundo le ofrecía.

Lee Lucas 15:13 al 19. ¿Qué clase de arrepentimiento vemos aquí? ¿Parece un arrepentimiento verdadero; es decir, tristeza por lo que había hecho, o estaba triste solo por las consecuencias de lo que había hecho? ¿Qué indicios hay, en el texto, que podrían darte una respuesta?

___________________________________________________________________

Es difícil saber cómo podría haberse desarrollado la historia si las cosas le hubieran ido bien al pródigo. ¿Qué hubiera sucedido si encontraba maneras de conseguir que el dinero continuara fluyendo, para continuar con los buenos tiempos? No es probable, al menos por lo que vemos aquí, que él hubiera vuelto “sobre sus rodillas”. ¿Quién entre nosotros, a veces, no estuvo realmente triste, no tanto por nuestros pecados sino por las consecuencias de ellos, especialmente cuando nos descubrieron? Aun el pagano más empedernido estaría triste por cometer adulterio si, en el proceso, se contagiara de herpes, gonorrea u otra enfermedad transmitida sexualmente.

No hay duda de que las tristes circunstancias en las que se encontró le produjeron un cambio de actitud que no hubiera ocurrido de otro modo. Los textos muestran un sentido de verdadera humildad y comprensión de que pecó tanto contra su padre como contra Dios. El discurso que preparó en su corazón muestra la sinceridad de su arrepentimiento.


A veces despertamos a la realidad de nuestros pecados so­lamente después de que el sufrimiento nos llega por nuestras acciones, y realmente nos arrepentimos de ellos, no solo por los resultados. ¿Qué sucede contigo y con las situaciones que afrontas cada día? ¿Por qué no elegir evitar el pecado, y aho­rrarte toda la tristeza y el arrepentimiento que luego siguen?


Martes 31 de mayo

PUEDES VOLVER A CASA

En la primera parte del siglo XX, el novelista Thomas Wolfe escribió un clásico literario, You Can’t Go Home Again [No puedes volver a casa], acerca de un hombre que abandona sus humildes orígenes familiares en el sur de los Estados Unidos y va a Nueva York, se hace conocido como escritor, y luego procura regresar a sus raíces familiares. No le resultó fácil; de allí el título del libro.

En la historia del hijo pródigo, ¿quién es el que hace el largo viaje para reunirse con su padre? Contrasta eso con, por ejemplo, la parábola de la oveja perdida y la moneda perdida (Lucas 15:4-10). ¿Cuál podría ser la diferencia importante aquí?

____________________________________________________________________

En las otras dos parábolas, los objetos perdidos no sabían que estaban perdidos (es el caso de la moneda), y no podían volver aunque hubieran querido. En el caso del pródigo, él se alejó de la “verdad”, y solo después de que estuvo en la oscuridad (ver Juan 11:9, 10) se dio cuenta de cuán perdido estaba. A lo largo de toda la historia de la salvación, Dios tuvo que tratar con los que, teniendo luz, intencionalmente se alejaron de ella y fueron por su propio camino. La buena noticia, en esta parábola, es que aun a aquellos que le dan la espalda a Dios, incluso después de saber de su amor y bondad, Dios todavía está dispuesto a restaurarlos a la posición que una vez tuvieron en su familia del pacto. Aun cuando el joven eligió irse por su libre voluntad, por su propia libre voluntad eligió volver. Lo mismo sucede con nosotros.

Lo interesante de estas parábolas es el contexto en el que fueron relatadas. Lee Lucas 15:1 y 2. Considera las diferentes personas que escuchaban a Jesús. Qué mensaje poderoso es para todos nosotros el hecho de que en lugar de darnos advertencias acerca de los eventos apocalípticos del fin del tiempo o acerca del juicio sobre los no arrepentidos, Jesús presenta parábolas que muestran el ferviente amor y cuidado del Padre por todos los perdidos, no importa qué los llevó a esa situación.


¿Has conocido a personas que se alejaron de Dios? ¿Qué espe­ranza puedes encontrar, en esta historia, de que no todo está perdido? ¿Cuán importante es que todos oremos por quienes no han aprendido la dolorosa lección que el pródigo aprendió?


Miércoles 1º de junio

EL MEJOR VESTIDO

Como vimos, el hijo mismo tomó la decisión de regresar. No hubo presión de parte del padre. Dios no fuerza a nadie a ser obediente; si él no forzó a Satanás a ser obediente en el cielo, o a Adán y a Eva a ser obedientes en el Edén, ¿por qué hacerlo ahora, mucho después de que las consecuencias de la desobediencia hicieron estragos en la humanidad? (Romanos 5:12-21).

Lee Lucas 15:20 al 24. ¿De qué modo reaccionó el padre ante la confesión del hijo? ¿Cuántas penitencias, obras o actos de restitución demandó del hijo antes de aceptarlo otra vez? ¿Qué mensaje hay allí para nosotros? Ver también Jeremías 31:17 al 20.

__________________________________________________________________

El hijo hizo una confesión a su padre, pero al leer el texto podemos tener la impresión de que el padre casi no la oyó. Observen el orden: el padre corrió al encuentro del hijo, cayó sobre él y lo besó. Claro, la confesión estaba bien, y probablemente le hizo más bien al hijo que al padre, peo en ese momento las acciones del hijo hablaban más alto que sus palabras.

El padre ordenó que trajeran “el mejor vestido” y se lo pusieran al hijo. La palabra griega traducida “mejor” (de protos) a menudo significa “primero” o “principal”. El padre le estaba dando lo mejor que tenía.

Piensa en el contexto también: el hijo había estado viviendo en la pobreza por quién sabe cuánto tiempo. Probablemente no vino vestido con la mejor ropa. Después de todo, había estado alimentando cerdos hasta esos días. El contraste, sin duda, entre lo que vestía cuando el padre lo abrazó (nota, el padre no esperó que se hubiera lavado antes de arrojarse sobre él) y el manto que le puso no podría haber sido más grande.

Lo que esto muestra es que la restauración, por lo menos entre el padre y el hijo, fue completa. Si consideramos “el mejor vestido” como el manto de la justicia de Cristo, entonces todo lo que necesitaba fue provisto allí mismo. El pródigo se había arrepentido, había confesado y se había vuelto de sus caminos. El padre proveyó el resto. Ese es un gran símbolo de la salvación.


Es fascinante que no haya un “Te lo dije” de parte del padre. No había necesidad de ello. El pecado cosecha su propio sala­rio. Cuando tratamos con personas que vuelven al Señor des­pués de apartarse, ¿cómo podemos aprender a no arrojarles sus pecados en la cara?


Jueves 2 de junio

EL MANTO DEL PADRE MISMO

Elena de White añade, a la historia, un detalle interesante en Palabras de vida del gran Maestro, que no se encuentra en los textos mismos. Al describir al padre que se acerca al hijo mientras este vuelve al hogar, escribe: “El padre no había de permitir que ningún ojo despreciativo se burlara de la miseria y los harapos de su hijo. Saca de sus propios hombros el amplio y rico manto, y cubre la forma exangüe de su hijo, y el joven solloza arrepentido, diciendo: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo’. El padre lo retiene junto a sí, y lo lleva a la casa. No se le da oportunidad de pedir el lugar de un siervo. Él es un hijo, que será honrado con lo mejor que dispone la casa, y a quien los siervos y las siervas habrán de respetar y servir.

El padre dice a sus siervos: ‘Sacad el principal vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y zapatos en sus pies. Y traed el becerro grueso, y matadlo, y comamos, y hagamos fiesta: porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; habíase perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse” (p. 160).

¿Qué indicio nos da esta historia acerca del carácter de Dios?

___________________________________________________________________

El Padre quiere cubrir la vergüenza de los errores del hijo. Qué mensaje para nosotros acerca de aprender a permitir que el pasado desaparezca, a no insistir en los errores pasados de otros o nuestros. Como Pablo, necesitamos olvidar lo que es pasado y seguir adelante (Filipenses 3:13, 14).

Lee Lucas 15:24. ¿Qué quiere decir el padre cuando declara que el hijo estaba muerto y ha revivido? ¿Cómo hemos de entender esas palabras?

___________________________________________________________________

Al fin, no hay término medio en los temas de la salvación. Cuando la gran controversia haya terminado (Apocalipsis 21:5), todos los seres humanos estarán vivos para siempre o muertos por la eternidad. No hay nada entre esas dos situaciones.

Ciertamente esto es algo para pensar mientras hacemos nuestras decisiones diarias, tanto buenas como malas, como lo hizo el hijo pródigo.


Viernes 3 de junio

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Lee “La rehabilitación del hombre”, “Cómo se decide nuestro destino”, Palabras de vida del gran Maestro, pp. 156-166, 204; “El último viaje desde Galilea”, El Deseado de todas las gentes, pp. 457-459; “Parábolas de los perdidos”, Joyas de los testimonios, tomo 1, pp. 304-309.

Notemos cuán tierno y misericordioso es el Señor en su trato con sus criaturas. Él ama a su hijo errante, y le ruega que vuelva a él. El brazo del Padre está puesto en derredor de su hijo arrepentido; las ropas del Padre cubren sus andrajos; el anillo está puesto en su dedo como señal de realeza. Y, sin embargo, ¡cuántos son los que miran al pródigo no solo con indiferencia, sino también con desprecio! Como el fariseo, dicen: ‘Dios, te doy gracias, que no soy como los otros hombres’ (Lucas 18:11). Pero ¿cómo os parece que considera Dios a aquellos que, al par que aseveran ser colaboradores con Cristo, ven al alma que lucha contra el desbordamiento de la tentación, y se mantienen alejados como el hermano mayor de la parábola, tercos, voluntariosos, egoístas?” (Obreros evangélicos, p. 147).

Cristo ha provisto fuerza y gracia para que los ángeles ministradores las lleven a toda alma creyente. Ninguno hay tan malvado que no encuentre fuerza, pureza y justicia en Jesús, que murió por los pecadores. Él está esperándolos para cambiarles los vestidos sucios y corrompidos del pecado por las vestiduras blancas de la justicia; les da vida y no perecerán” (El camino a Cristo, p. 53).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. Analiza un poco más el tema de cómo hermanos de los mismos padres, del mismo hogar, del mismo ambiente, pueden ir en direcciones espirituales tan diferentes. ¿Cómo entendemos esto?

  2. ¿Cómo puedes ayudar a los que, habiéndose apartado de Dios, yendo al mundo, y habiéndose dañado a sí mismos y a otros en el proceso, quieren poner el pasado atrás, y no pueden, porque no importa en qué dirección se muevan, los resultados de sus elecciones pasadas están siempre delante de ellos? ¿Qué esperanza, qué promesas, qué ayuda les puedes dar?

  3. Algunos saben que han arruinado todo, como lo hizo el pródigo. ¿Qué sucede con los que “se fueron de la casa del padre”, por así decirlo, y las cosas les han ido muy bien? Seamos honestos: no todo el que deja al Señor termina cuidando cerdos. ¡Algunos terminan como dueños de los cerdos! ¿Qué puede hacerse para ayudarlos a darse cuenta de que, a pesar de las circunstancias, han hecho una elección equivocada?

mayo 25, 2011

Escuela Sabatica. Leccion 9 Segundo Trimestre 2011, "Un carbon encendido"

Lección 09: para Mayo 27

"
Un carbón encendido"

Sábado 21 de Mayo del 2011

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Zacarías 1-3; Apocalipsis 12:10; Éxodo 3:2-14; Efesios 2:8-10; Juan 14:15.

PARA MEMORIZAR:

Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala” (2 Corintios 7:10)

AUNQUE ES FÁCIL OLVIDARLO, la gran controversia entre Cristo y Satanás es la fuerza motivadora detrás de la realidad. Las guerras, los crímenes, la violencia y todo el hirviente caldero de la tragedia humana son solo manifestaciones superficiales del conflicto comenzado en el cielo (Apocalipsis 12:7), una lucha universal que impacta a todo humano y a toda la creación (Romanos 8:20-22).

Sin embargo, no debemos olvidar que el gran conflicto no tiene que ver con el petróleo de Medio Oriente, o con los cambios geopolíticos militares o económicos. Tiene que ver con la salvación de la raza humana, un alma por vez. Las naciones y las estructuras de poder vienen y van, los grandes temas de la historia y las ideologías vienen y van; solo los salvados, los que están cubiertos con el manto de la justicia de Cristo, permanecerán para siempre. Satanás no se interesa por el dinero, el poder o la política, sino por las almas: cómo llevar a la ruina a tantas como pueda. Cristo, por medio de su muerte, ha hecho posible salvar a todos de esa ruina. La esencia de la gran controversia es, en el fondo, que las personas elijan la ruina eterna o la vida eterna. Todo el resto es solo espuma.


Domingo 22 de mayo

CELOSO POR JERUSALÉN

Lee Zacarías 1 y 2. Aunque puedas no comprender todos los detalles y los símbolos, ¿cuál es el mensaje que Dios está dando aquí a su pueblo? ¿Cuál es el trasfondo de estos eventos? ¿Qué claros principios bíblicos se ven en estos capítulos, qué promesas se hacen, qué esperanza se ofrece al pueblo de Dios, y bajo qué condiciones? ¿Cómo se manifiestan esos mismos principios entre nosotros hoy, sin tener en cuenta cuán diferentes son nuestras circunstancias inmediatas en contraste con la situación descrita en Zacarías?

__________________________________________________________________

Aunque Jerusalén yacía en ruinas por causa de la conquista de los babilonios setenta años antes, Dios dio esperanza para el futuro de la ciudad. Zacarías recibió el mensaje de Dios de que no solo el Templo sería reedificado sino también Jerusalén.

Zacarías comenzó declarando a sus oyentes que Dios se había enojado “en gran manera” con sus padres. Pero Zacarías inmediatamente dio ánimo a los que escuchaban, al asegurarles que, si se volvían a Dios con humildad y arrepentimiento, él se volvería a ellos (Zacarías 1:1-3). Las visiones de Zacarías tenían el propósito de dar fortaleza e inspiración para continuar la edificación del Templo de Jerusalén, a fin de adorar a Dios.

Después de la primera visión de Zacarías, relatada en el capítulo 1, Dios le dio un ánimo increíble al decir: “Celé con gran celo a Jerusalén y a Sion” (versículo 14).

Y luego esto: “Por tanto, así ha dicho Jehová: Yo me he vuelto a Jerusalén con misericordia; en ella será edificada mi casa, dice Jehová de los ejércitos, y la plomada será tendida sobre Jerusalén” (versículo 16).

El hombre con la plomada describió los planes para la reconstrucción de la ciudad de Jerusalén y del Templo en tiempos de Zacarías. La construcción del Templo parecía como una imposibilidad, porque solo tenía puesto el fundamento.

Justo antes de la visión de Zacarías de las vestiduras viles de Josué, él recibió un mensaje de promesa para comunicar a los judíos. Está registrado en Zacarías 2:10 al 13. Dios les dijo: “Canta y alégrate”, y luego les prometió vivir con ellos. Cuán animador debió haber sido este mensaje para el pueblo de Dios, que intentaba unirse para adorarlo.


Lunes 23 de mayo

EL ACUSADOR Y EL ACUSADO

Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle” (Zacarías 3:1). ¿Qué verdades importantes, en el contexto del gran conflicto (y en el contexto de la visión misma) se revelan aquí?

__________________________________________________________________

Unos pocos puntos vitales se presentan sólidamente aquí. Primero, el acusado es Josué, el sumo sacerdote, que está como un representante de todo el pueblo de Dios. Descrito en esta visión como un sacerdote que se enfrenta a Dios, Josué representa a Israel con todas sus faltas, limitaciones y pecados. No hay dudas: el pueblo no es inocente, no merece la restauración que Dios le ofrece y que él reclama para sí con fe y arrepentimiento.

Y Satanás está allí para acusarlos, para alegar contra su arrepentimiento, y contra su deseo de encontrar la misericordia y la gracia de Dios. ¿Qué mejor manera de desanimar a la gente, en la gran controversia, que hacerle pensar que sus pecados son demasiado grandes para que Dios los perdone? ¡Cuántas almas, a lo largo de la historia, y aún hoy, han caído presas de este malvado ardid de Satanás! Esta amenaza tiene tanta fuerza porque no tiene que mentir acerca de nuestros pecados. Solo tiene que recordarlos y, si no supiéramos acerca de la gracia de Dios, quedaríamos aplastados con un sentido de desesperación. Aun sin un acusador que los eche en cara ante Dios, nuestros pecados son más que suficientes para condenarnos.

El verbo hebreo traducido aquí como “acusar” viene de la misma palabra que “Satán”; son las mismas tres consonantes hebreas, que forman la base de ambas palabras. No hay dudas, Satanás es el acusador: “Oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche” (Apocalipsis 12:10).


Aunque no es bueno meditar en nuestros pecados, a veces es necesario mirarlos seria y honestamente. ¿Qué cambios debes hacer en tu vida, y qué promesas bíblicas puedes recla­mar para que esas promesas sean reales y efectivas? Piensa en lo que está en juego si permites que el pecado te domine.


Martes 24 de mayo

EL ÁNGEL DE JEHOVÁ

Hasta aquí, en Zacarías 3, nos hemos concentrado en dos personajes: Satanás y el sumo sacerdote Josué. Pero hay un tercer personaje, que es la figura central en la narración: “el ángel de Jehová”.

¿Quién es “el ángel de Jehová”? Ver Éxodo 3:2-14; Zacarías 3:1, 2.

__________________________________________________________________

Lo que vemos aquí, en forma gráfica, es un microcosmos del gran conflicto, una batalla que se pelea por cada alma que ha entregado su vida en las manos de Jesús con fe y arrepentimiento. Recuerda el contexto: Israel, severamente castigado, “se humilló delante de Dios, y se volvió a él con verdadero arrepentimiento” (Joyas de los testimonios, tomo 2, p. 171). Fue en ese tiempo que se reveló la obra de Satanás como acusador. No se nos dice qué dijo; pero, según la historia bíblica, y dado lo que sabemos acerca de la naturaleza humana, probablemente no era un cuadro muy hermoso.

Lee Zacarías 3:1 al 3. ¿Qué nos indica la realidad de las vestiduras de Josué?

__________________________________________________________________

El hecho de que Josué, como sumo sacerdote, haya sido considerado como si tuviera vestiduras viles solamente subraya la profundidad del pecado. Desde los primeros días del pacto entre Dios e Israel, el sacerdocio como un todo, los levitas, y el sumo sacerdote en particular, fueron especiales en la nación escogida, llamados por Dios para una función singular en Israel, una tarea y una función santas (Éxodo 38:21; Núm. 1:47-53; 3:12). Ellos, de todo Israel, deberían haber tenido, simbólicamente, las vestiduras más limpias.

El resto del capítulo deja bien en claro que, a pesar de su pasado y de sus falencias, “el ángel de Jehová” estaba allí para defenderlos contra las acusaciones de Satanás, sin tomar en cuenta cuán ciertas o falsas fueran esas acusaciones. “El ángel de Jehová”, Jesús, está allí para salvar y redimir. Esto es, sin excepción, la verdad más importante de toda la Escritura.

¡Cuán vital es que nunca olvidemos, sin importar nuestra indignidad, la función del “ángel de Jehová” en nuestro favor! ¿Cómo podemos recordar esta verdad en todo momento, y no engañarnos a nosotros mismos llegando a falsas conclusio­nes? ¿Cuáles podrían ser algunas de esas falsas conclusiones? Prepárate para analizar tu respuesta en clase el sábado.


Miércoles 25 de mayo

CAMBIO DE VESTIMENTA

Lee con cuidado y oración todo el capítulo 3 de Zacarías; observa los pasos del proceso. El pueblo de Dios, aunque es pecador, se salva. ¿Qué puedes aprender acerca del plan de salvación por medio de esta visión?

__________________________________________________________________

En los versículos 3 al 5, antes de poner ropas nuevas sobre Josué, se le quitan las vestiduras viejas y viles. El texto indica que Dios ha “quitado de ti tu pecado” (versículo 4). Sin embargo, ¿qué significa eso en la vida de la persona redimida? ¿Estaba Josué sin pecado, perfecto de corazón, alma y mente, para nunca caer o pecar otra vez? ¿Era ese el estado que debía alcanzar Josué antes de que se pusieran sobre él las vestiduras nuevas? Si es así, ¿qué esperanza tendría cualquiera de nosotros?

En cambio, lo que significa es que la culpa y la condenación que le correspondían habían sido quitadas. Hablando de Josué aquí, Elena de White declaró: “Sus propios pecados y los de su pueblo fueron perdonados. Israel había de ser revestido con ‘ropas de gala’, la justicia de Cristo que le era imputada. La mitra, puesta sobre la cabeza de Josué, era como la que llevaban los sacerdotes, con la inscripción ‘Santidad a Jehová’, lo cual significaba que, a pesar de sus antiguas transgresiones, estaba ahora capacitado para servir delante de Dios en su Santuario” (Joyas de los testimonios, tomo 2, p. 172).

¿Qué le dice “el ángel de Jehová” a Josué en el versículo 7 después del cambio de vestimenta, y por qué es tan importante esa orden?

__________________________________________________________________

Solo después de que se le dio esa ropa especial, Josué recibió la amonestación de obedecer al Señor y de andar en sus caminos. Eso no debe ser pasado por alto: la justicia de Cristo le fue otorgada por fe, le fue acreditada aparte de andar en “mis caminos” o de guardar “mi ordenanza”. Estos mandamientos vinieron después porque, si hubieran venido antes, habrían sido inútiles. Aparte de ser cubierto con esa “ropa de gala” (Zacarías 3:4), todos sus esfuerzos lo hubieran dejado solo con las mismas vestiduras viles con que había comenzado.



Jueves 26 de mayo

UNA INTERCESIÓN EFICAZ”

Hay muchos cristianos que no han experimentado el manto de la justicia y no comprenden su potencial. Sin embargo, esta experiencia es vital para quien desee tener paz y gozo en su relación con su Señor.

Muy a menudo somos motivados para hacer el bien a fin de que “podamos ser salvos”. El mensaje aquí, en Zacarías, debería mostrarnos que no es así como puede operar. Otra vez, Elena de White dice lo siguiente acerca de lo que pasaba en la visión:

Pero, aunque debemos comprender nuestra condición pecaminosa, debemos fiar en Cristo como nuestra justicia, nuestra santificación y redención. No podemos contestar las acusaciones de Satanás contra nosotros. Solo Cristo puede presentar una intercesión eficaz en nuestro favor. Él puede hacer callar al acusador con argumentos que no están basados en nuestros méritos, sino en los suyos” (Joyas de los testimonios, tomo 2, pp. 174, 175).

Esa última oración debería quedar grabada en el corazón del pueblo de Dios, una verdad que debemos conocer y experimentar, aprendiendo a depender, momento tras momento, no de nuestras buenas obras, sino solo de los méritos de Cristo. O, para ponerlo en las palabras de David: “Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado” (Salmo 32:1).

Recordando lo que hemos visto en Zacarías 3, lee Efesios 2:8 al 10; Juan 14:15; y Romanos 6:1 al 4. ¿De qué modo estos versículos nos ayudan a comprender todo lo que está involucrado en lo que hemos visto en Zacarías acerca de lo que significa vestir “ropas de gala”?

__________________________________________________________________

Ahora que Josué estaba cubierto con la ropa de santidad, su vida debía reflejar esa santidad. Debemos ejercer todo el poder dado por Dios, que se ofrece al alma, para tener la victoria sobre el pecado. Ningún pecado debería ser tolerado o excusado en nuestras vidas, ya que hay tantas promesas de victoria para aquel que se ha entregado a Cristo. La vida de Cristo demostró que podemos vivir en obediencia a la ley de Dios. Cuando pecamos, estamos eligiendo pecar. Cuán importante es que siempre pensemos seriamente en las implicaciones de nuestra elección.


¿Cuáles son los pecados con los que luchas tú, especialmen­te? ¿Qué promesas puedes reclamar, que te fueron prometidas por Cristo, a fin de que puedas tener la victoria sobre ellos?


Viernes 27 de mayo

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Lee “Comentarios de Elena G. de White”, Comentario bíblico adventista, t. 4, pp. 1.199, 1.200; “Josué y el ángel”, Profetas y reyes, pp. 427-435; “La fuente del poder vencedor”, Palabras de vida del gran Maestro, pp. 133, 134; “Josué y el ángel”, Joyas de los testimonios, t. 2, pp. 170-179.

Cuando Satanás trata de cubrir al pueblo de Dios con negrura y arruinarlo, Cristo se interpone. Aunque ha pecado, Cristo ha tomado la culpabilidad de su pecado sobre su propia alma. Ha arrebatado a la especie humana como tizón del fuego. Por su naturaleza humana, está unido al hombre, mientras que por su naturaleza divina es uno con el Dios infinito. La ayuda está puesta al alcance de las almas que perecen. El adversario queda reprendido. [...]

No obstante los defectos del pueblo de Dios, Cristo no se aparta de los objetos de su cuidado. Tiene poder para cambiar sus vestiduras. Saca sus ropas contaminadas y pone, sobre los que se arrepienten y creen, su propio manto de justicia, y escribe ‘Perdonado’ frente a sus nombres en los registros del cielo” (Palabras de vida del gran Maestro, p. 133).

Mientras el pueblo de Dios aflige su alma delante de él, suplicando pureza de corazón, se da la orden: ‘Quitadle esas vestimentas viles’ y se pronuncian las alentadoras palabras: ‘Mira que he hecho pasar tu pecado de ti, y te he hecho vestir de ropas de gala’ (Zacarías 3:4). Se pone sobre los tentados y probados, pero fieles, hijos de Dios el manto sin mancha de la justicia de Cristo. El remanente despreciado queda vestido de gloriosos atavíos, que nunca han de ser ya contaminados por las corrupciones del mundo” (Profetas y reyes, p. 434).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. Como clase, repasen las respuestas que dieron a las preguntas finales de la sección del martes.

  2. Medita más sobre el hecho de que fue solo después del cambio de vestiduras que Josué recibió la orden de obedecer. ¿Por qué eso es tan importante para que lo recordemos? ¿Qué nos indica esto sobre en qué está basada nuestra salvación, a diferencia de cuáles son los resultados de la salvación?

  3. Piensa en las buenas noticias de que, sin tomar en cuenta cuán contaminadas estén nuestras vestiduras, se nos puede dar una vestidura nueva. ¿Qué debería significar esto en tu propia vida, en tus actitudes, en tu manera de mirar el mundo y a otros, sabiendo que se te ha otorgado esta ropa completamente nueva, que revela la vida nueva que se te ofrece en Cristo?


mayo 07, 2011

Escuela Sabatica. Leccion 7 Segundo Trimestre 2011, "A la sombra de sus alas"

Lección 07: para Mayo 14

"
A la sombra de
sus alas"

Sábado 07 de Abril del 2011


LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA:
Éxodo 19:4; 2 Samuel 11 y 12; Salmo 17:8; 32:1; 36:7; 51:2; 57:1; 61:4; 63:7.

PARA MEMORIZAR:

Porque has oído mi socorro, y así en la sombra de tus alas me regocijo” (Salmo 63:7).

Tres cosas me son ocultas; aún tampoco sé la cuarta: el rastro del águila en el aire…” (Proverbios 30:8, 19).


EL ÁGUILA ES COMO UN AVIÓN DE CAZA VIVIENTE. Armada con un pico curvo y garras afiladas como navajas, está pertrechada como si fuese un avión de caza. Es viento y ala, huesos, tendones y sangre. Se alimenta de carroña, es pescadora y ladrona. El águila se lanza desde las nubes hacia el agua con la velocidad de un ciclón. Cojea sobre su nido con las garras en forma de puño, para no cortar en pedazos a sus pichones. Es majestad, poder y gracia. Es todas esas metáforas, pero es más que la suma de ellas. No sorprende, entonces, que el escritor bíblico haya dejado de comprender la fiera belleza del vuelo del águila.

David mismo usó una imagen similar, en sus salmos, acerca de estar protegido bajo las alas de Dios. Esta semana, meditaremos con David en sus salmos acerca de cómo Dios nos protege y cubre nuestros pecados. Pero, primero, miremos los eventos que inspiraron su necesidad de esta cubierta, y luego procuraremos comprender por qué también nosotros necesitamos ser cobijados bajo esas mismas alas.

Ahora consideraremos a Elías y el manto que usaba, y veremos qué lecciones espirituales podemos obtener de ellos.


Domingo 8 de mayo

LA VERDAD DESNUDA

Las águilas pueden elevarse hasta más de tres mil metros. Como el águila, David se remontó muy alto: alcanzó alturas de grandeza que pocos reyes alcanzaron; vestido con despojos de victorias militares y lleno de honor y gloria. Pero David olvidó que sus vestimentas eran un don de Dios. No podían esconder los pecados de un hombre de la vista de Dios.

La ropa de David, en un sentido espiritual, era sacerdotal y real. Sus pecados mancharon esa ropa e inspiraron los Salmos 32 y 51. Para apreciar las imágenes de las alas de Dios y de la divina cubierta en otros Salmos, necesitamos ver los eventos que los inspiraron. Cuán irónico y trágico es que, en un estudio dedicado a las lecciones espirituales de la vestimenta, la historia de la caída de David haya comenzado con la falta de ropa.

En el pináculo de su grandeza, David afrontó su batalla más feroz: no se peleó en el campo de batalla de Rabá, sino en un pequeño espacio que se encontraba detrás de su lóbulo frontal. Satanás elige bien sus “armas”. Lo que Goliat con su lanza no pudo hacerle a David, una mujer que se bañaba lo consiguió. David olvidó la lección de su honda: cuán fácilmente se derriba a un “gigante” con una piedrecita, o aquí, con una pequeña mirada.

Una piedra pequeña, y cae un gigante. Una mirada pequeña, y cae un rey. David hizo muchas cosas para “cubrir” su adulterio y evitar que se supiera. ¿Cuáles fueron? Lee 2 Samuel 11. ¿Por qué los intentos de cubrir el pecado, para que no se detecte o castigue, conducen solo a cometer mayores pecados? ¿De qué modo los detalles de la historia de David refuerzan este punto?

__________________________________________________________________

Una mirada prohibida terminó en asesinato y casi llegó a una guerra civil. La historia de David es de un encubrimiento tras otro. La realidad es que un pecado sin confesar y abandonar lleva a otro mayor para esconder el anterior. David cometió adulterio y asesinato bajo el manto del poder real. Pero, los ojos de Dios ven debajo de la vestidura exterior y desnudan el corazón.


Se ha dicho: “Si la adversidad ha asesinado a miles, la pros­peridad ha asesinado a diez miles”. Recordando la vida de Da­vid, ¿a qué peligros expone la prosperidad al alma? ¿Por qué la adversidad a menudo nos acerca más a Dios? ¿Cómo podemos evitar las trampas de la prosperidad?


Lunes 9 de mayo

NATÁN DESTAPA TODO

David ocultó durante un año su pecado con un velo de engaño, y tapó el asesinato. El pecado endureció el corazón de David. Pero Dios envió a Natán para quebrantarlo. En lugar de exponer el pecado de David, Natán vistió la verdad con una parábola.

Lee esa parábola y su interpretación, en 2 Samuel 12:1 al 12. (Jesús también usó parábolas.) ¿Cuáles son las ventajas de usar parábolas? ¿Por qué decirle la verdad a David con una historia fue tan efectivo?

__________________________________________________________________ __________________________________________________________________

La parábola de Natán alcanzó el corazón duro de David. Primero, Natán no lo acusó, sino que, con tacto, pidió la ayuda de David. Su corazón estaba endurecido, pero su sentido de justicia no estaba muerto. Segundo, con una parábola, Natán penetró las defensas de David. Tercero, Natán invitó a David a escuchar sin sentirse juzgado. ¿El resultado? David se condenó a sí mismo.

El veredicto de Natán: “Tú eres aquel hombre” penetró el velo de engaño que rodeaba a David. La respuesta de David: “Pequé contra Jehová” se encuentra con: “También Jehová ha remitido tu pecado” (versículo 13). ¿Por qué Dios perdonó, o cubrió, el pecado de David? Ver 1 Juan 1:9.

__________________________________________________________________ __________________________________________________________________

El pecado de David estaba cubierto, pero el niño murió. Para David, esta tragedia fue muy amarga. Se quitó su ropa real y vistió vestidos de humillación. Se postró ante Dios arrepentido, rogando por su hijo. Es irónico: un año antes, cubierto por la oscuridad, David se encontró secretamente con Betsabé, la noche en que su hijo fue concebido. David reaccionó ante la muerte del niño y dejó perplejos a sus consejeros. Se levantó. Se bañó. Cambió su ropa. Se ungió de nuevo y adoró a Dios. Esto muestra cómo los que lloran por sus pecados dejan que Dios los restaure: Primero, Dios levanta al pecador y lo atrae. Luego, lava la culpa de su pecado y lo viste con su justicia. Lo unge con su Espíritu, para que pueda adorarlo.

La caída de David comenzó y terminó con un baño. Este lavado final no es un preludio para el pecado sino una señal de un corazón limpio.


¿Qué esperanza nos da el hecho de que David se haya baña­do, se haya cambiado de ropa y se haya ungido? ¿Por qué los que hemos sido lavados por Jesús podemos ir a adorar a Dios?


Martes 10 de mayo

BIENAVENTURADO AQUEL CUYO PECADO

HA SIDO CUBIERTO

Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado” (Salmo 32:1).

Durante un año entero después de que pecó contra Urías heteo y Betsabé, David rehusó confesar su pecado. Pero, como nos dice el Salmo 32, él sufrió gran agonía en su mente y en su cuerpo debido a su silencio.

Lee Salmo 32:3 al 5. ¿Qué imágenes poéticas y lenguaje simbólico usa David para describir lo que sucede a quien rehúsa confesar su pecado? ¿Cómo termina David su sufrimiento (versículo 5)?

__________________________________________________________________ __________________________________________________________________

Con mentiras y derramamiento de sangre, David cubre su pecado de adulterio, pero el peso de su culpa lo aplasta. Como muestra el Salmo 32, David se arroja con humildad y arrepentimiento sobre la misericordia de Dios. En su clamor por perdón, David hace varias cosas que son instructivas para los que buscan que Dios los cubra con el perdón: 1) David no presenta ninguna excusa por su pecado; 2) No intenta justificarse; 3) No echa la culpa a la ley de Dios por condenarlo; 4) Solo se echa la culpa a sí mismo por su pecado; 5) Genuinamente, odia el pecado que lo separó de Dios y se aparta de él. Y Dios lo cubre.

David oculta su pecado (Salmo 32:3, 4); Dios lo cubre (versículos 1, 2). ¿Cuál es la diferencia entre que nosotros ocultemos y que Dios nos cubra? Antes que la justicia de Cristo pueda cubrir nuestro pecado, ¿qué debemos hacer con él?

__________________________________________________________________

Dios no pasa por alto el pecado. Pero el pecado queda cubierto por Dios, lo que significa que la culpa ya no le es imputada al pecador cuando se arrepintió. La confesión sola es incompleta sin el arrepentimiento. Debemos no solo estar tristes por nuestro pecado, sino también apartarnos de él con el poder de Dios. Dios perdona y cubre toda maldad. ¡Su gracia acepta al pecador arrepentido como si nunca hubiera pecado! Ese es Jesús, nuestro Sustituto, sobre quien Dios depositó el pecado. De este modo la justicia de Cristo es imputada al pecador arrepentido.


¿Reconoces ante Dios tu pecado y tus equivocaciones? Si no, ¿estás engañando a Dios o solo a ti mismo? Medita en las im­plicaciones de tu respuesta.


Miércoles 11 de mayo

MÁS BLANCO QUE LA NIEVE

En los Salmos penitenciales, el Salmo 32 alude a vestiduras, para señalar que Dios cubre el pecado; y en el Salmo 51 hay imágenes de ropas que cubren el pecado. Pero aquí el énfasis está en los agentes para lavar y blanquear, y en su significado espiritual. Aquí David, metafóricamente, hace su “lavado de ropa sucia”.

En el Salmo 51:2, David le pide a Dios que lo lave completamente. ¿Qué involucra este lavado? ¿De qué manera las imágenes de “purifícame con hisopo” y “seré más blanco que la nieve” (versículo 7) nos ayudan a comprender la naturaleza de esta purificación?

__________________________________________________________________ __________________________________________________________________

La palabra que usa David aquí para lavar se utiliza en otras partes para el lavado de una vestidura (ver Génesis 49:11; Éxodo 19:10). Purifícame sugiere la idea de hacer expiación por el pecado. El hisopo, una planta, era nutritivo y un agente sanador. El hisopo tenía una larga historia en Israel. Se usó en el rito original de la Pascua (Éxodo 12:22), en la limpieza de un leproso o de una casa (Levítico 14:6, 49) y en la ofrenda de un becerro rojo para la purificación de personas o de cosas impuras. Moisés usó hisopo en la ratificación del pacto (Hebreos 9:19, 20).

Estos usos muestran que el hisopo era un buen agente limpiador. David usó el hisopo porque comprendía que solamente el mayor poder purificador podría limpiarlo de la mancha de su pecado: la sangre expiatoria de nuestro Salvador.

En Salmo 51:10, David ora pidiendo que Dios cree en él un corazón limpio. ¿Qué significa tener un “corazón limpio”?

__________________________________________________________________ __________________________________________________________________

Dios no solo limpia la iniquidad del corazón; crea en su hijo perdonado un corazón nuevo. Pablo nos exhorta: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento” (Romanos 12:2) “por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo” (Tito 3:5, 6). La oración pidiendo perdón siempre debe estar unida a la oración por la renovación del corazón y una vida santa. David deseaba ser vestido con una nueva naturaleza mental y moral. Ora para perseverar en la obediencia y no ser privado de la conducción del Espíritu Santo.


Jueves 12 de mayo

EN EL SANTUARIO DE SUS ALAS

Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre; estaré seguro bajo la cubierta de tus alas” (Salmo 61:4).

Algunas águilas tienen grandes alas, bajo las cuales pueden proteger a sus pichones. La misericordia de Dios, como las alas del águila, abriga a quienes abandonan sus pecados, no importa cuán profundamente hayan caído. Nuestro pecado puede ser borrado, pero las consecuencias del pecado a menudo no pueden ser eliminadas. David experimentó la realidad de esta verdad, con la muerte de tres de sus hijos y la violación de su hija Tamar por su medio hermano, Amnón.

¿Qué buscó David a la sombra de las alas de Dios? ¿De qué nos ofrecen cubrirnos? Salmo 17:8; 36:7; 57:1.

__________________________________________________________________ __________________________________________________________________

Bajo las alas de Dios se encuentran la misericordia, la longanimidad y un abrigo. Las águilas amplifican esta verdad en una forma espectacular: un águila padre enseña a un aguilucho a volar llevándolo sobre la espalda hasta una gran altura. Luego inclina sus alas, y el aguilucho comienza a caer hacia la tierra, moviendo sus alas y dando volteretas. Antes de que el aguilucho llegue al suelo, el águila padre se pone debajo del aguilucho y lo toma sobre sus alas, llevándolo de nuevo al nido. No importa cuánto caigamos, Dios vuela más rápido que nuestra caída. Él usa nuestra caída para enseñarnos a volar. Como David, si nos arrepentimos, estaremos más cerca de Dios después de que él nos tome que antes de caer.

Tal vez este conocimiento del vuelo de las águilas haya inspirado a David acerca de las alas protectoras de Dios en el Salmo 61. Es probable que lo haya compuesto en el exilio, cuando Absalón usurpó el trono. Declara confianza en la misericordia protectora de Dios, refiriéndose tal vez al Propiciatorio, en el Santuario. Aquí estaba el Arca del Pacto de Dios con su pueblo, con sus querubines protectores, cuyas alas extendidas protegen la Ley, la transcripción del carácter del Dios de amor. David pudo haber estado expresando el deseo de morar, por fe, con Dios en su Santuario; su alma vestida con la luz transformadora de ese amor.


Tal vez ahora, aunque hayas dedicado tu vida de nuevo a Dios, estás sufriendo las consecuencias del pecado: separa­ción, malestares físicos, dolor emocional. ¿Qué esperanza de sanidad ofrece el abrigo de las alas de Dios?


Viernes 13 de mayo

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Lee “El pecado de David y su arrepentimiento”, Patriarcas y profetas, pp. 775-786; “Biografías bíblicas”, La educación, p. 157.

El arrepentimiento de David fue sincero y profundo. No hizo ningún esfuerzo para aminorar su crimen. Lo que inspiró su oración no fue el deseo de escapar de los castigos con que se lo amenazaba. Pero vio la enormidad de su transgresión contra Dios; vio la depravación de su alma, y aborreció su pecado. No oró pidiendo perdón solamente, sino también pidiendo pureza de corazón. David no abandonó la lucha en su desesperación. Vio la evidencia de su perdón y aceptación en la promesa hecha por Dios a los pecadores arrepentidos. [...] Aunque David había caído, el Señor lo levantó.

Quienquiera que bajo la reprensión de Dios humille su alma con la confesión y el arrepentimiento, tal como lo hizo David, puede estar seguro de que hay esperanza para él. Quienquiera que acepte por la fe las promesas de Dios hallará perdón. Jamás rechazará el Señor a un alma verdaderamente arrepentida. Él ha dado esta promesa: ‘Echen mano [...] de mi fortaleza, y hagan paz conmigo. ¡Sí, que hagan paz conmigo!’ (Isaías 27:5, VM). ‘Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar’ ” (Isaías 55:7) (Patriarcas y profetas, pp. 785, 786). (La cursiva es de la autora.)

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. Como clase, analicen la inutilidad de cubiertas de nuestro propio diseño, comparadas con lo que Jesús nos provee gustosamente. ¿Qué nos provee, y por qué es la única cubierta para el pecado que puede sanar y salvar?

  2. Trata de escribir un salmo acerca de la misericordia y el amor de Dios. Como David, escribe desde tu propia experiencia personal. Llévalo a la clase y comparte lo que has escrito.

  3. Los anuncios de detergentes con agentes blanqueadores para lavar ropa prometen blanquear y suavizar la ropa. Eliminar una mancha sin suavizarla podría ser demasiado severo para la tela. Suavizar una tela sin ocuparse de la mancha la deja sucia. ¿Por qué, entonces, necesitamos tanto el poder blanqueador de la justicia de Dios como el poder suavizante de su misericordia, para limpiar la vestimenta del alma?

  4. El pecado perdonado puede hacernos sentir mal, pero no debemos olvidar que está perdonado. ¿Cómo podemos aprender que vivir con las consecuencias de nuestro pecado no significa que nuestro pecado no ha sido perdonado?